El viejo Banfield, con sus 113 años a cuestas llenos de luces y sombras, ganó por fin un campeonato profesional de Primera División. Fue el que ganó más partidos, el que perdió menos y el que recibió menos goles. No quedará en la memoria colectiva como un gran campeón, pero se metió en el corazón de los hinchas. Ellos lo recordarán para siempre