El momento más triste de la noche santafesina se produjo a los 42 minutos del segundo tiempo. Después de la expulsión del arquero Tombolini, y justo cuando River iba a ejecutar el tiro libre, los hinchas locales exhibieron su malestar con la decisión del árbitro subiéndose al alambrado y provocando la suspensión el encuentro. Luego de que Esteban Fuertes se acercara a dialogar con los simpatizantes, éstos comenzaron a arrojar arena hacia la policía. En ese momento, los efectivos lanzaron agua para calmarlos. Después de 15 minutos, el árbitro Oscar Sequeira decidió reanudar el juego. Con estos episodios, Colón podría sufrir una quita de puntos.