FúTBOL › UN EQUIPO QUEBRADO
Sólo el Mono
Navarro Montoya, el único jugador del conjunto de Avellaneda que cumplió ayer una labor destacada, reconoció tras el partido que “esta derrota duele y preocupa”, pero intentó minimizar los errores cometidos por Independiente al señalar que “River jugó un gran partido y en este nivel será muy difícil que alguien pueda ganarle”. Tiene razón el arquero, pero también será difícil que a Independiente le vaya bien si no consigue ponerle ningún freno a rivales que, como ayer River, lo paseen a su voluntad.
Independiente trató de pararse en el campo de River y, muy tibiamente, intentó manejar la pelota para desequilibrar a la defensa local. Pero ya sea por su propia impotencia, o bien por la solidez de los defensores riverplatenses, no logró llegar con peligro al arco de Costanzo. Manso se mostró demasiado estático, Losada no podía descargar y Jairo Castillo, demasiado solo en el ataque, fue una presa fácil para Ameli y Tuzzio, los centrales de River que cumplieron una correcta actuación.
Una salida en falso de la defensa visitante, que intentó jugar a la posición adelantada, terminó en el primer gol del partido que fue señalado por el chileno Salas. Así se abrió con facilidad para River el camino de la goleada. Independiente perdió el rumbo y el equipo de Astrada empezó a llegar cada vez con más claridad. Montenegro, con un tiro libre, aumentó la cuenta y Cavena- ghi materializó la goleada cuando faltaba un minuto para que terminara el primer tiempo. Un penal de ejecutado por Quinteros, a los once minutos del complemento, le permitió a Independiente alcanzar un descuento que no merecía en el desarrollo del juego. Con más ansia que fútbol, el conjunto rojo trató de achicar la ventaja, pero en un contragolpe Montenegro selló el resultado. River siguió atacando por todos los flancos que le otorgaba el rival y, de no ser por las seguras intervenciones de Navarro Montoya, pudo haber conseguido una goleada histórica. Había empezado bien este campeonato; había generado muchas ilusiones con la goleada a Estudiantes que se dio casi simultáneamente con una goleada a Cienciano por la Copa, pero todo eso se parece ahora a un espejismo. Aunque esta derrota lo deja por ahora lejos de la lucha por el campeonato, y lo obliga a privilegiar la Libertadores, Independiente deberá mejorar mucho si quiere pelear seriamente por algo.
Informe: Leonardo Castillo.
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