“No me creo esto de haber ganado Roland Garros. No me puede haber pasado esto a mí”, fueron las primeras palabras del nuevo campeón de Roland Garros, Gastón Gaudio. “La vida da vueltas increíbles. Creo que me merezco lo que me pasó hoy”, señaló quien, tras las derrotas del año pasado por la Copa Davis en Málaga, cayó en un profundo bajón tenístico y mental.
“Esto es demasiado para mí. Sin el primer Guillermo (por Vilas), esto no podría haber sido posible. Coria va a ganar este torneo porque tiene demasiado tenis. Gracias a toda la gente, que me ayudó a luchar y a no entregarme en el partido de hoy”, dijo Gaudio, en inglés, durante la entrega de premios.
Luego, cuando habló en español, lo primero que dijo fue: “Mami, papi, los amo”. Luego le agradeció a su entrenador Franco Davín, a su preparador físico Fernando Aguirre, y se puso a llorar. Con una sonrisa, Gaudio aceptó qué “había preparado un discurso para esta ocasión y ahora no sé qué decir. Se lo dedico a toda la gente en Buenos Aires, que se lo merece”, cerró el argentino, que tras los agasajos salió de la cancha dejando su firma en una cámara de televisión y este recuerdo: “Fuerza Diego”, en homenaje a Maradona.
El campeón de Roland Garros contó que en los dos primeros sets estaba “asustado y perdido”, para luego admitir que entró nervioso a la cancha. Explicó que el partido “fue muy raro” y que en el comienzo, cuando Davín le pedía que se moviera, “no podía, estaba duro”.
“Vi venir que Guillermo iba a dejar pasar el cuarto set para recuperarse de su lesión” y que los nervios volvieron en el quinto set. ¿La verdad? No sabía cómo jugarle en el último set. Hubo mucho nervio. Si le aflojaba la pelota metía winners, ya había empezado a correr casi normal. Fue una cosa increíble la definición, ya ni me acuerdo cómo fueron los match point que levanté”, admitió.
Davín, el entrenador, admitió que creyó que su dirigido perdía porque jugó “muy mal. Coria no le daba opciones. Es que jugó muy mal. Nada que ver con los partidos anteriores. Pero así y todo ganó”, opinó Davín. “El cambio mental de Gastón fue fundamental. Increíblemente se aflojó y reaccionó. Después todo fue asombroso. Hubiese sido distinto si Gastón perdía con Cañas en el quinto set del primer partido del torneo. Pero ahora tiene que festejar porque se merece esto que está viviendo.”
“A Gastón lo conozco desde que tenía once años. Desde ese momento advertí que tenía unas condiciones tremendas”, opinó Guillermo Vilas, para quien el partido fue “dramático. Es que primero Coria lo tenía y después sus problemas físicos lo perjudicaron. No entiendo por qué le pasó eso. Gaudio estaba en un pozo en esos momentos y la situación le permitió recuperarse y llegar al triunfo”, apuntó con expresión de desconcierto.