FúTBOL › UNA SEMIFINAL CON PRONOSTICO RESERVADO
Superclásico en clave de Copa
Por Juan Jose Panno
Cómo va a formar River?
–No hay demasiadas incógnitas. Seguramente Leo Astrada pondrá en la cancha a Montenegro en el lugar de Gallardo y a Juan Fernández en el de Garcé. La idea de que Tuzzio se corra al lateral y Nasuti juegue de central junto a Ameli pasó por algún momento por la cabeza del entrenador, pero hay que descartarla. Si River no quiebra a Boca en el primer tiempo, entrarán Coudet, Sambueza y Sand.
–¿Cómo va a formar Boca?
–Atrás, igual; en el medio con Cagna, Villarreal, Vargas y Cardozo o Caneo y arriba con Guillermo Barros Schelotto y Tevez. Una posible sorpresa en el medio es la inclusión de Perea, que jugó un partidazo la última vez que Boca pisó el Monumental.
–¿Cómo va a plantear el partido River?
–Astrada sabe que una de las claves es la paciencia. Seguramente River no se va a lanzar a una desesperada ofensiva, porque podría costarle carísima una contra de Boca. Tratará de manejar la pelota en el medio, aprovechando los espacios que le va a regalar el rival. Montenegro se juntará con Lucho González y entre ambos armarán los circuitos que encenderán las posibilidades de la dupla Maxi López-Cavenaghi. En el fondo, Juan Fernández controlará los movimientos de Clemente Rodríguez y pasará muy seguido a posiciones ofensivas.
–¿Cómo va a plantear el partido Boca?
–Le va a poner casi todas las fichas al cero a cero, pero esto no significa que colgará al equipo del travesaño. Con dos líneas de cuatro rígidas, ocupando todo el ancho de la cancha, Bianchi procurará limitar las posibilidades creativas y les dará a Guillermo y a Tevez la responsabilidad de resolver entre ambos o en jugadas individuales cuando les llegue el balón. Los laterales de Boca sólo pasarán al ataque en circunstancias muy favorables.
–¿Qué otras claves puede tener el partido?
–El árbitro. Va a entrar a la cancha cargando el peso de una mochila llena de prevenciones lógicas y prejuicios. Baldassi va a mirar con lupa cada movimiento de Ameli, Guillermo Barros Schelotto y los secuaces de ambos, y tendrá que ser muy equilibrado para no dejarse condicionar ni por las presunciones conspirativas de Bianchi, ni por la idea que tienen algunos jugadores de River de que llegar a las finales es una cuestión de vida o muerte. Si los de Boca no se sienten cruzados tal como lo hicieron sus colegas en la Bombonera, están en condiciones de obtener, con juego, el resultado que les conviene; si River juega más de lo que pelea, también tendrá más posibilidades.
Si River y Boca eligen otro camino distinto del que tomaron el jueves pasado, el fútbol se los agradecerá.
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