La Selección Argentina realizó un minuto de silencio al cumplirse ayer el décimo aniversario del aún no esclarecido atentado contra la AMIA, que dejó un saldo de 85 muertos y unos 300 heridos. Antes de dialogar con la prensa sobre el triunfo ante Perú y el próximo partido ante Colombia, el plantel dirigido por Marcelo Bielsa rindió tributo a las víctimas del ataque terrorista que destruyó la sede de la AMIA, en el barrio porteño de Once. El breve acto se desarrolló en el segundo piso del hotel de Chiclayo, donde se hospeda la delegación argentina. Encabezados por su capitán Roberto Ayala, los jugadores formaron una fila para rendir el homenaje y luego mantuvieron el contacto habitual con los periodistas en el día posterior a un partido. Una actitud que no es nueva, ya que este grupo de jugadores dio muestras de compromiso social en otras ocasiones.