FúTBOL › LA HINCHADA AZULGRANA
El jugador número 10, 11, 12...
› Por Adrián De Benedictis
La disputa por el liderazgo del campeonato entre San Lorenzo e Independiente comenzó con ilusión, y terminó marcada por el dramatismo que le imprimió el empate en un gol entre ambos equipos. En el estadio del Bajo Flores, los hinchas locales terminaron siendo protagonistas principales en la heroica reacción de San Lorenzo, que alcanzó la igualdad cuando se encontraba con dos hombres menos que su rival.
A pesar de la tarde gris y la lluvia intermitente, el escenario estuvo casi colmado en su capacidad, y sólo quedaron espacios en el sector de plateas del público visitante. Desde temprano, la tribuna local sacó ventaja sobre la otra, a partir del colorido que le dieron la gran cantidad de banderas y globos con los tonos azul y rojo. El sonido lo ponían los bombos y las trompetas que no dejaron de escucharse en ningún momento.
Los simpatizantes del conjunto de Avellaneda recién se hicieron sentir a los 14 minutos del primer tiempo, cuando Frutos marcó el gol de Independiente. Una vez más, el ex San Lorenzo volvía a convertirle un tanto al club de Boedo. El desarrollo de esa parte fue muy pasivo y al ver que su equipo no tenía respuestas futbolísticas, desde la tribuna local se pudo oír: “.. movete dejá de joder, que esta hinchada está loca, hoy no podemos perder”. A pesar de ello, sus jugadores no podían ofrecerle un espectáculo mejor.
El final de la primera parte encontró a los hinchas locales lanzando duros términos hacia el árbitro Daniel Jiménez, quien unos minutos antes había expulsado a Juan Fernández. En ese sentido, toda la impotencia por lo que (no) exhibía San Lorenzo terminó recayendo en el juez chaqueño, acusado por muchos sanlorencistas por frustraciones anteriores.
La preponderancia de la gente de San Lorenzo tuvo su punto culminante en el segundo tiempo, sobre todo cuando Jiménez decidió también la expulsión de Adrián González. El aliento y el empuje que les dieron a sus futbolistas fue muy importante para que, con nueve hombres, el local pudiera alcanzar el gol tan deseado. Curioso fue lo que sucedía del otro lado, que se mantenían expectantes y en silencio, como previendo lo que sucedería más tarde. El tono risueño también lo aportaron los de San Lorenzo, que cuando Independiente ubicó un nuevo defensor luego de que Manrique viera la tarjeta roja, entonaron: “Equipo chico, la c... de tu madre”.
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