Imagínese la bronca de un hincha cualquiera si el equipo rival hace un gol y el juez de línea se queda con la banderita levantada marcando off-side y el referí igual cobra el gol.

Imagínese si el adversario patea un corner, el juez lo invalida no se sabe bien por qué, el adversario tira de nuevo y en esa jugada llega el gol.

Imagínese la bronca de un hincha cualquiera si el rival patea un tiro libre, la pelota rebota en la barrera y, en ese momento, el juez responde a un llamado del línea, amonesta a dos jugadores, hace patear de nuevo el tiro libre y en esa jugada llega un gol del rival, lleno de dudas además porque el hincha tiene una mirada especial y cree que la pelota no entró.

Imagínese toda esa bronca, póngala en la piel de un hincha de Vélez, y se tendrá la idea de lo que implica la profunda sensación de sentir que te meten la mano en el bolsillo, bien hasta el fondo.

Los más fanas de Vélez –paranoicos casi por naturaleza– se fueron de la cancha con el alma abierta por el despojo; otros menos parciales esperaron el vía libre de TyC Sports para ver las repeticiones de las jugadas discutiblespolémicas.

Polémica 1. Bien Pezzotta. Palermo estaba adelantado y el juez de línea levantó el banderín porque creyó que le había dado la pelota un compañero y no vio que lo había habilitado un rival, Razzotti. Pezzotta sí lo vio. Gol. Legal.

Polémica 2. Dudoso. Pezzotta puede argumentar que estaba hablando con Sessa, lesionado, cuando Cardozo se apuró a tirar el primer corner y por eso hizo repetir el lanzamiento. Otra pregunta de la misma jugada: ¿por qué no hizo atender a Silvestre fuera de los límites de la cancha? Respuesta: porque simultáneamente fue atendido Sessa, también golpeado.

Polémica 3. Mal Pezzotta. No debió haber hecho repetir el tiro libre. La cosa fue así: hubo una falta, un planchazo a Gago cerca del área. Cuando se estaba por ejecutar el tiro libre, se estaban manoseando Broggi y Ledesma y el línea Rebollo levantó la bandera. Abbondanzieri salió corriendo hasta la mitad de la cancha para que el árbitro advirtiera a su colaborador, suponiendo que iba a echar a un jugador de Vélez, en el mismo momento en que Díaz pateaba el tiro libre y la pelota daba en la barrera. Pezzotta vio luego al línea, consultó, amonestó a los dos jugadores e hizo repetir el tiro libre en lugar de cobrar un pique, lo que correspondía. Volvió a rematar Díaz, Sessa dio rebote y propició la jugada que terminó con el rebote en Palermo y la pelota dentro en el arco. Acá no hubo nada para discutir: la pelota entró íntegramente, fue gol. Pero si cobraba el pique no había nuevo tiro libre, ni error de Sessa ni nada.