La barra brava de Boca vivió su partido aparte. Arrancó con todo con el ya clásico saludo para Diego Maradona, subió el volumen para darle la bienvenida al ídolo Guillermo Barros Schelotto, quien por lo puntos no jugaba como titular desde la frustrada final con Estudiantes, gritó junto a la mayoría los goles de Martín Palermo y después se abocó de lleno a rendirle tributo al jefe de La Doce, Rafael Di Zeo, prófugo de la Justicia, quien debe cumplir una condena a 4 años y 3 meses de prisión. El público no se prendió en las consignas.

“Guillermo no se va, Guillermo no se va”, hasta ahí todo estaba dentro de lo esperable. El asunto cambió cuando los barrabravas, con el partido ya liquidado, intentaron buscar la adhesión de los hinchas locales para sumar apoyo a su líder: “Por que será..., que son las leyes para Boca y nada más”, “Y ya lo ve..., ésta es la banda de Rafael”... Con sano criterio, el público presente no hizo eco en las consignas y, tras un pequeño rato en el que se remarcó la falta de apoyo a los violentos, terminó por taparlos con los cánticos propios del cancionero del club.

Di Zeo, su hermano Fernando y los otros barrabravas Gustavo “el Oso” Pereyra, Fabián “Topadora” Krueger, Diego Rodríguez y Juan Castro fueron condenados por el ataque en la Bombonera contra hinchas de Chacarita y están prófugos desde el 9 de marzo último.