“Escribía muchas cartas desde Malvinas. Llegué a mandar más de 20, pero sólo llegaron una o dos”, señala Massei. Es que por aquel entonces el servicio de correspondencia tenía reglas especiales. “Primero, las cartas tenían que ir abiertas. Si contabas que pasabas frío o hambre, nunca llegaban”, explica Massei. Pero cada una de esas cartas tomaron más valor un tiempo después. El piloto las recolectó y, además, empezó a escribir cada recuerdo de la Guerra. Así, junto con la ayuda de su esposa, le dio forma a su “Diario de Guerra”, que saldrá publicado en capítulos en la revista Corsa. “La idea es aportar un poco de información, contar lo que viví. Las escuelas deberían darle más importancia a lo que pasó”, remarca el cordobés. En esas páginas cuenta, entre otras cosas, su experiencia como prisionero de guerra en un barco inglés. “Ellos nos sentían lástima, nos lo hicieron sentir en todo momento. Imaginate, veían chicos mal vestidos y con hambre. Incluso nos alimentaron muy bien”, asegura. Pese a que aclara que el trato fue cordial, Massei se toma unos minutos para recordar y comenta uno de los pocos incidentes de los que le tocó ser testigo. “Me acuerdo –señala– de una situación en particular. Los ingleses nos habían dicho que no tocáramos unas cajas, creo que tenían municiones, y un soldado intentó abrirlas. Entonces fue un inglés y le pegó un culatazo”.

Producción: Hernán Matz.