Cuando parecía que la derrota 4-1 ante Argentinos terminaba por sentenciar las posibilidades de River en este torneo Apertura, a partir del gran triunfo ante Boca el equipo comenzó a recuperar terreno, y ante la falta de regularidad que exhibe el campeonato, el plantel llegó a la recta final con aspiraciones serias. Más allá de que parece mejor posicionado en la Sudamericana, River todavía apuesta a dar la sorpresa en el Apertura.

El envión que lleva le permitió ganar su primer partido como visitante la semana pasada, ante Gimnasia, y ahora el ánimo interno aumentó considerablemente. Además, River cuenta el buen presente del delantero Radamel Falcao, que se ha convertido en la carta ganadora. El colombiano viene haciendo goles decisivos que le han permitido al plantel aumentar su candidatura. El equipo ha podido ajustar el engranaje de su funcionamiento del medio hacia adelante, y en ese marco ha crecido el rendimiento de Ortega y Belluschi, de gran importancia en el aspecto ofensivo.

Pero también River le dio lugar a su nueva joya: Diego Buonanotte. El juvenil debutó desde el inicio precisamente ante Boca y demostró que puede ser vital para las chances de su equipo. Encima, el volante central Oscar Ahumada se ha consolidado en esa posición, y ahora se permite ordenar al resto de sus compañeros para acomodar las piezas.

Uno de los puntos negativos que padece River tiene que ver con el aspecto defensivo, sobre todo por la zona central. Cuando parecía que la dupla integrada por Nicolás Sánchez y Eduardo Tuzzio se había afirmado, las dudas volvieron a aparecer ante Gimnasia y, en mayor medida, el jueves ante Defensor. Y si bien Ponzio cumplió una gran tarea ante Boca, hay momentos en los que se nota la incomodidad que le genera ocupar ese lugar.

River tendrá un compromiso de riesgo el domingo próximo, cuando reciba a Independiente, y luego deberá enfrentar sucesivamente a Huracán, Colón, Olimpo y Banfield. Y si pasa la serie de mañana ante los uruguayos jugará en partidos de ida y vuelta ante Arsenal, por una de las semifinales. Si accede al encuentro decisivo de la Copa le tocará América de México o Millonarios de Colombia. La seguidilla de encuentros también puede llegar a perjudicarlo, teniendo en cuenta el tiempo de recuperación física que necesitan de algunos futbolistas.

La incertidumbre sobre el futuro del técnico Daniel Passarella es otro factor que todavía no transmite tranquilidad. Más allá de que aclaró que se iría a fin de año en el caso de no obtener ninguno de los dos torneos, ahora analiza la opción de continuar aunque no se cumpla su promesa. Eso se traslada al plano dirigencial, y la reacción política puede desembarcar en situaciones inesperadas, que hasta podrían complicar la situación del presidente José María Aguilar. Por ello, el mes y medio de competencia que le queda al equipo no sólo definirá el camino en el aspecto deportivo, sino que también estará en juego el destino institucional.

River 22 puntos

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