“No nos salieron las cosas. Nunca levantamos nuestro nivel.” La sentencia del entrenador Sergio Batista está llena de bronca pero también refleja una clara realidad: Argentina, a lo largo de todo el Sudamericano, nunca pudo mostrar un nivel de juego satisfactorio, que es lo que todos esperaban, pese a que a veces no se puede pronosticar demasiado antes de jugar.

Un claro reflejo de esa realidad es lo que le sucedió al Sub 20 en este torneo Sudamericano, “porque vino a Venezuela a ganar el campeonato, pero ni siquiera se clasificó al Mundial”, ilustró Batista quien reconoció que “las expectativas no se cumplieron”. Sin embargo, se negó a utilizar la palabra fracaso. “Las cosas no salieron como pensábamos. El equipo era el mejor para el torneo, los jugadores pusieron todo. No me arrepiento de nada, y menos ahora que no es momento de arrepentimientos”, agregó el técnico y desestimó que el nivel de algunos jugadores pudo haber influido en el rendimiento colectivo del equipo.

“Nos vamos calientes, teníamos jugadores para ganar el torneo Sudamericano, pero no se pudo”, remató frustrado Batista, con una cara de decepción indisimulable, ante la primera eliminación mundialista luego de casi 15 años, aunque en esa ocasión, en 1993, se debió a una sanción disciplinaria. Por último remató: “Nadie esperaba esto, no se hicieron las cosas como las teníamos pensadas. Habrá que analizar más tranquilos que pasó en cada partido para llegar a este momento”, explicó el técnico apenado en conferencia de prensa, donde rescató la actitud de sus dirigidos, a los que, consideró que “no hay que decirles nada”. Igual hay que ser conscientes que luego de ganar cinco de los últimos siete mundiales, este desenlace era muy difícil de imaginar.