Daniel Passarella, el presidente de River, saldrá a buscar a los hinchas más conspicuos y solventes del club para solicitarles colaboración económica, la única chance que tiene el dirigente de reforzar el plantel para la próxima temporada que se presenta muy delicada, teniendo en cuenta el promedio con el que arrancará el equipo. Es que el meneado tema de la sponsorización del estadio está estancado, y la concreción del fondo de inversión, con el cual Passarella esperaba recaudar lo suficiente para comprar cuatro o cinco jugadores de jerarquía, demoraría más tiempo del esperado. Esos 80 millones de dólares que el dirigente pensaba recaudar se esfumaron y la única carta que le queda para conseguir fondos frescos es apelar a la caridad de los riverplatenses de forrada billetera.