“El hecho de que la hinchada pida a (Américo) Gallego no me provoca nada. Yo me tengo que sacar el sombrero ante él”, expresó ayer el técnico de Independiente, Daniel Garnero, visiblemente abatido por la derrota y disconforme con la actitud de los hinchas. “Yo no soy de los que dicen que la gente tiene derecho a insultar por haber pagado una entrada. Pueden hacerlo, pero no corresponde”, disparó.

El fantasma de Gallego sobrevuela siempre el Libertadores de América, debido a que el ex técnico de Independiente se erigió como el enemigo público de Menotti, uno de los blancos más castigados por los hinchas, junto con el presidente Julio Comparada. En contraposición, Garnero y los jugadores salieron ilesos de los cantos y los insultos.

“Tenemos un plantel que está capacitado para revertir la situación y lo vamos a hacer de adentro hacia afuera”, expresó el entrenador, quien se mostró desafiante en algunos tramos de la conferencia de prensa. “Nosotros jugamos el jueves pasado por la Sudamericana y hoy en primer turno, así que me imagino que cuando tengamos la revancha con Argentinos, el jueves 9, al domingo siguiente nos pondrán contra Quilmes a las 9”, ironizó, al mismo tiempo que buscó una razón para dicha programación: “La relación con la AFA no es muy buena y eso es determinante en las pequeñas cosas”.