Luis Scola se consagró máximo anotador del Campeonato Mundial, al terminar con un promedio de 27,1 puntos por partido, mientras que su compañero Pablo Prigioni terminó como líder en asistencias, con 6,4 pases gol por juego.

Lo de Scola fue una tarea descollante durante todo el torneo y su producción, salvo ante Lituania, mantuvo una regularidad notable en cada juego: Alemania (20 puntos), Australia (31), Angola (30), Jordania (32), Brasil (37), Lituania (13), Rusia (27) y España (22). Los 244 puntos totales (27,1 de promedio) son, además, lo máximo que un jugador argentino ha logrado en un Mundial.

Nunca un jugador argentino había encabezado la tabla de goleadores de un Campeonato Mundial. En la primera edición, en Buenos Aires 1950, Oscar Furlong, para todos el mejor jugador de ese torneo, terminó con más puntos en la ronda final, promediando 11,2 puntos, aunque el máximo anotador fue el chileno Alvaro Salvadores.

Lo valorable de la marca del capitán argentino es que la alcanzó con una alta efectividad en sus lanzamientos, ya que lanzó con un 57 por ciento en tiros de dos puntos y un 80 por ciento en tiros libres, siendo además el jugador que más faltas (62) recibió en el torneo. Además, Scola terminó con 7,9 rebotes (su mejor marca desde que debutó en la Selección en 1999), ocupando el cuarto lugar en el Mundial. Los 37 puntos que el pivote le anotó a Brasil son una nueva marca para un jugador argentino en un partido mundialista, tras superar los 35 que el pivote Alberto Desimone le había anotado a México en el Mundial de San Pablo en 1963.

Por su parte, Prigioni encabezó la tabla de pasadores, con 58 asistencias totales, a un promedio de 6,4 por juego. Sus mejores registros los consiguió ante Jordania y Serbia, ante quienes sumó nueve asistencias. Además, con esos 58 pases gol, el base cordobés alcanzó la mayor marca en un Mundial para un jugador argentino, que tenía Marcelo Milanesio desde 1994 con 55. En este rubro estadístico, los jugadores argentinos se destacaron en varias oportunidades, ya que Miguel Cortijo fue el mejor en asistencias en el Mundial de 1986, Milanesio lo fue en 1994 y Juan Ignacio Sánchez en 2006.