Newell’s tiene su Coloso del Parque Independencia en tierras del Onabe y su predio de entrenamiento le pertenece a la ADIF. Boca y Racing consiguieron hace poco que el Estado nacional les ceda los campos de entrenamiento de sus divisiones inferiores en Ezeiza. El estadio de Gimnasia y Esgrima La Plata también se levanta en terrenos fiscales. Entre los clubes del Ascenso se dan curiosidades como que Claypole, un club de Primera D, está sobre tierras del Banco Hipotecario residual o Flandria, de la Primera B, sobre las de la algodonera homónima que quebró en 1995. Con Ituzaingó, que juega en la última categoría del fútbol argentino, se da un caso parecido al de Flandria.

A Villa Dálmine, el popular club de Campana, el grupo Techint le pidió que desalojara su estadio –le pertenece a la empresa de los hermanos Rocca– pero los dirigentes sólo lo harían si les construyeran otra cancha. El Porvenir, que juega en la C, se enfrentó en el Concejo Deliberante de Lanús con el concejal duhaldista Omar López, quien se quiere quedar con una de las dos canchas de entrenamiento que el club utiliza en el velódromo del distrito. Juventud Unida, Lugano, Central Ballester y Dock Sud intentan resolver la posesión de un pedazo de tierra. En el interior hay decenas de clubes en situación semejante.

Después de la toma del Parque Indoamericano, Yupanqui, aquel club de Villa Lugano que se hizo famoso por una publicidad de Coca-Cola, estuvo a punto de cumplir su sueño de la cancha propia que hoy no tiene. Primero pidió un lugar en ese predio de 130 hectáreas pero no lo consiguió. Como tampoco pudo hacerse de las instalaciones del club Albariño que había usurpado una organización dedicada a ocupar tierras en la zona para después venderlas. “Para nosotros el tema de la tierra es importante, para el presidente de la AFA también lo es, al punto de que puso una oficina y a nosotros a trabajar. En todas las gestiones, la AFA es garante de aquellos pedidos que hacen los clubes. Nosotros partimos de un principio de buena fe. La vía correcta para lograrlo es ésta, a través del Departamento de Saneamiento Jurídico”, concluye Martín Rodríguez.