1. ¿Por qué ganó Boca?

El equipo de Julio Falcioni fue un satélite de Riquelme durante todo el primer tiempo. En compañía de las apariciones esporádicas de Chávez y las subidas venenosas de Clemente Rodríguez, el enganche monopolizó la tenencia de la pelota. Cuando Boca se encontraba en desventaja, Riquelme fabricó una falta en la puerta del área y luego marcó el empate con una ejecución precisa. En el segundo tiempo, el local encontró frescura y oxigenación con el ingreso de Viatri, quien capitalizó un desborde de Mouche y definió el encuentro con un cabezazo letal.

A diferencia de Boca, que soltó a sus laterales, el conjunto de Eduardo Berizzo dejó a Mercado y a Iberbia muy contenidos. Hernán Rodrigo López aprovechó un cúmulo de errores del local para poner en ventaja a su equipo, mediante una buena definición mano a mano con Lucchetti. Con el partido empatado, Estudiantes se adelantó en el segundo tiempo, pero pagó muy caro el desgaste del viaje a Ibagué por la Copa, y perdió varios duelos individuales. Para colmo de males, Verón sufrió una molestia en el tobillo y debió jugar a media máquina sus últimos quince minutos.

Aunque la victoria haya significado una fuerte descarga emocional y una buena muestra de carácter, el equipo mostró carencia de recursos. Depende en exceso de los circuitos que pueda generar Riquelme, quien despierta a la hinchada con cada intervención. Por el contrario, Chávez y Erviti son futbolistas de jugadas aisladas. El arquero y los defensores abusan con frecuencia de los pelotazos centrales a Palermo, rara vez abastecido desde los costados. Habrá que ver si el rendimiento global de ayer puede llegar a ser un punto de partida.

Informe: Andrés Pappagallo.