El Chelo Delgado mantiene sus aspiraciones a ser incluido en el libro Guinness como el delantero que más goles ha perdido en un solo partido de fútbol. No se sabe si ya tiene su lugarcito, pero seguro que está en el buen camino. De todos las jugadas que malogró en el encuentro de ayer, la más significativa se produjo a los 12 minutos del primer tiempo cuando recibió un preciso pase de Riquelme, gambeteó a Saja y con todo el arco a su disposición, levantó la pelota y acertó... en el travesaño. Antes había metido un cañonazo que el 1 de San Lorenzo le sacó muy bien con el pie como último recurso y después sumó varias situaciones desperdiciadas entre llegadas a destiempo, tacos fallidos y toques muy apurados o demorados. En descargo de Delgado hay que subrayar que siempre fue un motivo de preocupación para el fondo de San Lorenzo y que algunas que hizo muy bien no le salieron por mala suerte.
La mejor llegada de San Lorenzo tuvo como protagonista a otro veterano, Acosta. A los 10, el Beto (como Alonso, como Márcico, como Menéndez) se mandó una jugada fantástica enganchando entre Crosa y Forchetti que quedaron despatarrados y ya en el área sacó el zurdazo cruzado. Era gol, era un golazo, pero el palo salvó a Abbondancieri. Las demás llegadas de San Lorenzo se produjeron en cadena en los últimos 20 minutos a través de Erviti, Pusineri, Michelini y Capria.
Queda claro que, ante tantos goles perdidos, el 0 a 0 es una curiosidad.