Gerardo Martino, el entrenador de Paraguay, sacó un 10 en sinceridad. “Ayer justo me quejaba de que yo nunca había tenido culo en mi vida de jugador y de técnico. Bueno, hoy tuve culo. Ganamos con mucho sacrificio, con mucho corazón, con un gran arquero y con mucho culo, para qué negarlo”, aceptó el rosarino. “Sería una mentira decir que planteamos el partido como se dio finalmente. Brasil mereció ganar durante los 90 minutos, ni siquiera debíamos haber llegado al suplementario. Si pasamos fue porque tuvimos a un Justo Villar extraordinario y porque sacamos dos pelotas en la línea.” Con Martino coincidió Marcelo Estigarribia: “Fuimos superados por un digno rival que dejó todo en la cancha. Tuvimos suerte y un arquero que fue una muralla”, dijo. “Villar, a partir de hoy, es una leyenda.”

“Un partido más duro que esto es imposible”, reconoció el héroe paraguayo, que de arreglar con Estudiantes volverá a menudo al estadio de La Plata. “Es la noche más grande de mi vida, y la voy a disfrutar. Los penales son una lotería, pero creo que también influyó que el campo de juego estaba muy malo en el lugar donde se pateaban los penales.”

En eso coincidió el entrenador de Brasil, Mano Menezes. “Los penales se tendrían que haber pateado en la otra área, no sé por qué se tomó esa decisión”, se lamentó. “Hoy no era el día. Brasil tuvo mucha facilidad para llegar al gol, pero fue una tarde especial y rara. Hicimos todo para ganar. Estos resultados forman parte del fútbol”, se resignó. “Argentina y Brasil quedaron eliminados muy pronto y Paraguay está en semifinales sin haber ganado ningún partido.”

Para Maicon, “hay que irse tranquilo, porque lo dimos todo y no tuvimos premio. La pelota no quiso entrar”, lamentó. “Fue el resultado deportivo más injusto de mi carrera”, se quejó Ramires. “Brasil hizo una buena Copa América porque jugamos bien –se defendió Robinho–. Ahora hay que levantar cabeza y pensar en ganar la Copa del Mundo en nuestro país.”