Un rumor que circuló ayer por la cancha de Racing es que los dirigentes de Independiente tienen la intención de postergar el clásico del fin de semana que viene como consecuencia de las dificultades que se plantearon por la suspensión que pesa sobra el estadio de Independiente. Sin embargo, las autoridades de Blanquiceleste SA no aceptarán esa postergación por dos razones. Una es estrictamente futbolística, ya que Racing tiene que jugar el miércoles de la semana que viene ante Oriente Petrolero por la Copa Libertadores y el técnico Osvaldo Ardiles tiene pensado utilizar a todos sus titulares. Por eso, la demora del juego ante Independiente alteraría los planes para el descanso de los futbolistas. La otra es una “vendetta” por lo que sucedió en el campeonato pasado, cuando Racing no pudo jugar en su estadio por la falta del sistema de audio y video. En aquella ocasión, Fernando Marín se contactó con los directivos de Independiente para tratar de postergar unos días el partido hasta que la cancha volviera a estar habilitada. Como los dirigentes rojos no aceptaron y Racing debió ser local en River, ahora les devolverán el favorcito.