NO GANA COMO LOCAL
Cancha mufada
› Por Juan José Panno
En lo que va de este año Boca jugó tres partidos como local y no ganó ninguno: empató 0–0 con Santiago Wanderers, por la Copa Libertadores; 0-0 con San Lorenzo y 1–1 ayer, con Gimnasia. ¿Está mufada la cancha de Boca? ¿Lo complican los planteos defensivos de los rivales? La verdad parece estar más cerca de la segunda razón que de la primera. Como visitante en este torneo Boca cumplió muy buenas actuaciones contra Belgrano (3–2) y contra Colón (3–1), y eso parece abonar la idea de que se maneja mejor cuando el contrario está obligado a salir y entonces consigue más espacios. Pero tampoco es ésta una verdad absoluta.
Uno de las problemas que padece el equipo de Tabárez, cuando juega como local, es que se desanima en la medida en que las cosas no le salen de entrada. Ayer generó varias situaciones de riesgo en el arranque del partido y pareció que iba a arrollar a los platenses, pero de a poco fue perdiendo consistencia en el medio y permitió la recuperación de su adversario. En el partido contra San Lorenzo le había ocurrido algo muy similar. Cuando los rivales descubren que el cuco no es tan fiero como lo pintan empiezan a arrimarse y advierten que en el fondo del conjunto boquense hay algunas grietas por donde es posible filtrarse.
El balance de las situaciones de gol que se produjeron en los 45 minutos iniciales deja como conclusión que en el último cuarto de hora sólo hubo peligro en el arco de Abbondancieri. Boca, desesperado, atacó en el segundo tiempo hasta encontrar el empate, pero casi lo pierde porque se desguarneció en la contra.
La próxima vez que Boca juegue en su propia cancha será dentro de trece días, contra River. ¿Se cortará la racha de empates? ¿En qué dirección?
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