“Después de cada derrota uno se queda pensando, pero hay que olvidarse ya de este partido y poner la cabeza en lo que viene, que es nada menos que el partido ante Boca. Nos tiene que quedar la lección de los errores cometidos, nada más”, expresó el conductor de River, Matías Almeyda, luego del encuentro. “Siempre es lindo jugar con Boca, en cualquier momento, no importa si venís ganando o perdiendo. Eso es lo que hablé con los jugadores: que viene un lindo desafío y es un buen momento para revertir esta situación en la que nos vamos hoy (ayer)”, agregó.

Almeyda contó también que en la charla posterior a la caída les recordó a sus jugadores que “el fútbol siempre da revancha y hay que pensar en lo que viene”. Cuando analizó el encuentro, indicó: “Era un empate clavado porque ningún equipo fue más que el otro. Resultó todo muy parejo, casi sin situaciones frente a los arcos”.

A su vez, el capitán Leonardo Ponzio señaló: “Fue un partido cerrado, cometimos un error y lo pagamos caro. No sé si la derrota es inoportuna, pero sí que hay que seguir trabajando y ponerse las pilas para Boca”. El jugador dijo que la parcialidad de River está esperando el partido ante el clásico rival hace “un montón”, y afirmó que tanto él como sus compañeros van a trabajar “para llegar de la mejor manera”.

El técnico del equipo ganador, Omar De Felippe, rescató la inteligencia de su equipo para vencer, y resaltó que el triunfo fue “un premio al sacrificio”. “No sé si jugamos lindo, pero hicimos un trabajo inteligente. Los muchachos entendieron cómo jugar: ante River no podés abrirte porque te lastima”, dijo De Felippe una vez terminado el partido. “Necesitábamos sumar de a tres y después del gol lo único que quería era que el partido se terminara –siguió–. Estuvo todo muy parejo.” El hecho más lamentable para el ganador fue la lesión de Miguel Caneo, que se cortó el tendón de Aquiles derecho y estará cerca de seis meses sin jugar.