Este señor también fue arquero pero, a diferencia de Falcioni, los hinchas de Boca –especialmente los veteranos– lo tienen en alta estima. A los 80 años, Antonio Roma celebró el medio siglo transcurrido desde el penal más famoso de la historia del fútbol argentino: el que le atajó a Delem en la Bombonera el 9 de diciembre de 1962, una atajada con mucho de polémica, que le valió el título al equipo de la Ribera. “Se produjo en el estadio un silencio sepulcral, pero yo estaba agrandado, sabía que lo iba a atajar –relata hoy Roma–. Me apoyé en el palo izquierdo, levanté una mata de pasto y prometí que me iba a ir caminando a Luján si lo atajaba. Sabía que Delem pateaba con las dos piernas y con mucha potencia, de modo que si me quedaba quieto en el medio del arco, no había manera de llegar. Por eso, cuando se paró como derecho, yo ya había decidido para qué lado me iba a tirar. Cuando llegó a la pelota, di un paso hacia la izquierda y después me largué, en diagonal para mi derecha y la atajé. Por suerte no me dobló las manos, pero la pelota venía con tanta fuerza que se fue cerca del banderín del corner.” Roma fue homenajeado el sábado, en la Bombonera, junto a otros campeones del ’62.