La victoria sobre Racing, combinada con otros resultados, le permitió a Independiente salir, por primera vez en la temporada, del infierno que significa estar en zona de descenso. Al menos por 24 horas disfrutará del aire que significa subir algunos escalones. Claro que si hoy San Martín le gana a Newell’s en San Juan retornará al subsuelo.

Gracias al triunfo de ayer, el equipo del Tolo Gallego quedó con seis puntos producto de dos victorias consecutivas (Vélez y Racing) y una derrota (Newell’s). Tendrá que mantenerse por ahí, en las primeras posiciones, para poder zafar de la guadaña. Por ahora está mucho más cerca de la punta de la tabla que de la cola. ¿Podrá este equipo pelear por el título? Su principal preocupación está en otro lado y eso lo llevará a especular más de una vez, pero nunca se sabe en este fútbol doméstico tan parejo. Con su bajo promedio está casi obligado a pelear arriba. Se verá.

La victoria en el clásico significó, por otra parte, ensanchar la amplia diferencia que permite hablar de paternidad: ahora son 70 triunfos para el Rojo, 63 empates y 47 derrotas. Desde que se reinauguró el nuevo estadio ganó 3 veces: en una ocasión 1-0, una vez 2-0 (la de ayer) y una vez 4-1. Desde 2001 que Racing no consigue ganarle a Independiente en Avellaneda. La última vez fue un 1-0 con gol de Maximiliano Estévez, pero en el medio hay un 3-1 en 2004 en el que Independiente fue local en la cancha de Lanús.

Otro curioso dato estadístico es que, con Américo Gallego como entrenador en diez partidos, Independiente no cayó nunca ante Racing. Gallego le ganó el duelo a Zubeldía porque Independiente jugó mejor y también porque puso un equipo un poquito más ofensivo que el de su rival. Se podría agregar que acertó con los cambios, ya que Caicedo (reemplazó a Farías) y Santana (entró por Fredes) fueron protagonistas del segundo gol. Más allá de los números de arriba y de abajo, la actuación de Independiente le servirá para levantar el ánimo ante lo que se le viene.