La distancia que separa a Newell’s de cualquier hecho delictivo quedó demostrada en la cancha. El conjunto rosarino se quedó con la victoria con todas las de la ley, y ahora disfruta la punta del campeonato junto a Lanús, que juega su partido esta tarde. La legitimidad del éxito tuvo que ver con el entendimiento que poseen sus jugadores del juego colectivo, y la capacidad de concentración para no cometer errores. Si bien San Lorenzo también exhibió buenas intenciones para prevalecer, cuando tenía que profundizar hacia el arco de enfrente carecía de la decisión necesaria.

Los visitantes tuvieron su primera aproximación de riesgo cuando apenas habían pasado 47 segundos: Scocco controló la pelota, la dejó picar y luego de dio de volea para estrellarla en la base del palo. El único gol del partido llegó a los 36 minutos, cuando el mismo Scocco habilitó con un pase largo a Maximiliano Rodríguez, éste llegó por la derecha, y cuando salió el arquero se anticipó para tocarle la pelota por entre las piernas.

San Lorenzo intentó arriesgar un poco más en la segunda parte, pero pocas veces lo logró. El ingreso de Piatti tampoco fue la solución que esperaba, y encima Stracqualursi era el blanco de todos los cuestionamientos. Los hinchas de San Lorenzo le reclamaban ante cada intervención que no finalizaba correctamente, y encima cuando pudo haber marcado la igualdad, su remate se fue demasiado alto.

Los nervios fueron ganando espacio entre los jugadores locales, mientras los rosarinos aprovecharon ese factor para no desesperarse y utilizar el contraataque para aumentar la ventaja. Por lo menos, el fútbol quedó a salvo.