El domingo pasado, en el partido que River le ganó 2-0 a Rafaela, Leandro Chichizola reemplazó al lesionado Marcelo Barovero y en la primera jugada se mandó una pifiada que casi termina en gol del rival. Los hinchas más memoriosos de River se asustaron porque no tardaron en recordar la jugada en la que el muchacho de San Justo se había mandado un macanazo grande que le permitió a Santiago Silva, que por entonces jugaba en Vélez, enviar la pelota al fondo del arco vacío, en el Clausura de 2011. La desconfianza se agrandaba con el recuerdo de un flojísimo partido en un encuentro ante Olimpo del año pasado en el que había mostrado reacciones tardías en los tres goles del conjunto de Bahía Blanca.

Pero resulta que Chichizola terminó con el arco invicto ese partido en el que reemplazó a Barovero, contuvo un penal y en general atajó muy bien en el cero a cero contra Estudiantes en La Plata; aunque ayer no fue tan exigido por Vélez, volvió a resultar fundamental para que el cuadro de Ramón Díaz terminara un nuevo cotejo con el arco invicto.

El joven arquero de River (tiene 24 años, que cumplió en marzo) fue vital en una de las últimas jugadas del partido, al cortar un mano a mano con Allione en una salida espectacular en la que algunos vieron penal, y terminó ganándose la aprobación de los hinchas y la confianza de sus compañeros.

A River lo ayuda un poco la suerte en su encuentro de ayer (llegó al gol por una grave falla de Sosa), y a Chichizola también. En el último tramo del partido sacó mal desde el arco (una jugada parecida a la del gol riverplatense, aunque no igual), pero el desenlace fue diferente porque Zárate quiso sorprender con un remate que no llevaba demasiada fuerza y el arquero controló sin problemas.

Chichizola, que debutó en Primera contra Estudiantes el 13 de febrero de 2011, no jugó demasiados partidos de campeonatos locales, 28 entre Primera y la B Nacional, y recibió 20 goles. Si se suman copas nacionales e internacionales, tiene en total 34 partidos y 22 goles. El muchacho se tiene mucha fe y en la semana declaró que no quiere estar más sentado en el banco, adelantando las conversaciones que deberá mantener cuando pronto se hable de la renovación de su contrato. En principio habrá que ver si seguirá en el arco cuando Barovero se recupere de su desgarro. Mientras tanto, con Chichizola River está solo en la punta.