Sexualidades imaginadas
EL DESEO, ENORME CICATRIZ LUMINOSA. ENSAYOS SOBRE HOMOSEXUALIDADES LATINOAMERICANAS
Daniel Balderston
Beatriz Viterbo editora
Rosario, 2004
192 págs.
› Por María Moreno
En el prólogo de este libro, José Quiroga despliega con feliz síntesis el objetivo de Balderston: echar luz sobre el deseo homosexual que la crítica “taimada” ha escamoteado de diversos textos latinoamericanos para hacerlos entrar en razón (heterosexual, nacional, canónica). Poniendo el énfasis no sólo en las obras sino en su recepción, Balderston revela a lo largo de estos artículos diversos procedimientos negacionistas. En el contexto de las revoluciones nacionales –en este caso la mexicana–, la asociación censora del deseo homosexual con lo extranjerizante y degenerado (Vanguardia y homofobia en México, años 20 y 30), la construcción falaz de un deseo regular aprovechando la ambigüedad genérica que permite a veces el castellano (El pudor de la historia), la negación del contenido homoerótico en nombre de una visión falsamente totalizadora (Corazones abiertos).
El deseo, enorme cicatriz luminosa da cuenta de la transformación que va de los estudios gays y lésbicos a la crítica queer, en correlato con los cambios generados en el interior de una comunidad de acuerdo a diversos contextos y avatares históricos. Los ensayos escritos a fines de la década del ochenta y principios del noventa insisten más en corregir el escamoteo y cuestionar la dimensión accesoria del tema homosexual, mientras que los escritos en la década actual utilizan una herramienta más porosa a diversos elementos de cruce. De uno a otro período, es la idea de verdad la que se ha complejizado en la mirada crítica de Balderston. Si en los ensayos anteriores al 2000 ésta parecía homologarse a la revelación del deseo gay como enrostramiento a la crítica taimada, en la siguiente década, y especialmente en el ensayo sobre Fernando Vallejo, al operar con un sujeto plural y una literatura donde tanto el género como lo que va de la realidad a la ficción son indiscernibles, la verdad tiene múltiples rostros.
El nudo polémico de El deseo, esa enorme cicatriz luminosa estalla en el capítulo A corazón abierto: geografía literaria de la homosexualidad en Chile de Juan Pablo Sutherland, cuando Balderston comenta el escándalo provocado por su exposición en Iowa del archivo de José Donoso. Todavía se escucha el chillido homofóbico de Julio Ortega publicado en el diario Clarín, que decía entre otras cosas que ahora Donoso no sería leído como el gran escritor que fue sino en clave de travesti y queer por aquellos “que intentan llevar agua a su molino”. Como señala Balderston en su respuesta, la vida del autor le sirve a Ortega, que apela a su amistad con Donoso y al pudor de la hija, para desestimar ciertas lecturas y descalificar otras en nombre de la gran literatura o la tradición y en contra de la idea de obra abierta a nuevas lecturas (como las feministas, queer o post-coloniales, que han enfatizado en la marca del autor y del contexto, y en la capacidad de los textos de seguir interpelando a lectores no adscriptos a la fe en la gran obra cerrada y custodiada).
El más amoroso ensayo de este libro es el dedicado a José Bianco. Allí, Balderston dirige su lámpara a un relato de Bianco donde éste cuenta un episodio en el que Borges abre y cierra un cajón que contiene una brújula y un lacre. Allí está en apretada síntesis lo que podría ser una alegoría de El deseo, esa enorme cicatriz luminosa: la gaveta secreta, pero cuyo contenido se deja entrever para luego cerrarse, una vez que éste ha sido visto. Los objetos son elocuentes: el lacre que sirve para impedir el acceso a los textos secretos y que, una vez rasgado, los deja a la luz. La brújula que orienta una dirección para alcanzar un territorio, quizá nunca pisado, una orientación, palabra que se ha acuñado para quitar la fijeza a lo definido como identidad sexual. Cerrar la gaveta o el closet una vez que su contenido ha sido mostrado no implica ocultamiento sino preservación del archivo de un modo de amor al que la crítica taimada, sometida por los tan poco quijotescos molinos de viento del falaz canon universal, ha querido escamotear.