En un lugar de Argentina, de cuyo nombre todos nos acordamos (Rosario), no ha mucho tiempo que se llevó a cabo el Congreso de la Lengua, que no fue de los de lanza en astillero pero que sí ha dejado una impronta imborrable en aquella húmeda ciudad. Y a la gente trastornada, loca por la lengua, a punto tal que pronto agotaron los primeros ejemplares de la edición del IV Centenario Don Quijote de la mancha a cargo de la Real Academia Española, la Asociación de Academias de la Lengua española y publicada por Alfaguara. Esta edición sigue enloqueciendo a los argentinos todos a punto de haber trepado a las listas de best sellers cual Código Da Vinci o compendio histórico de Lanata o Pigna. Este buen augurio tiene su correlato en el libro mismo: nadie pretende hacer aquí las alabanzas del archiconocido Don Quijote sino que nos referimos a esta excelente edición, muy equilibrada entre la edición popular y el libro-objeto. O sea: invita a leerlo. El precio no es de salpicón las más noches pero tampoco es para sábados de duelos y quebrantos: unos 25 pesos en librerías.
La presentación incluye los siguientes artículos: “Una novela para el siglo XXI” de Mario Vargas Llosa; “La invención del Quijote” por Francisco Ayala, y “Cervantes y El Quijote” de Martín de Riquer. La edición y notas son de Francisco Rico. Y, como se advierte en nota final: “Las viñetas, grabados de las cabeceras y otros motivos y ornamentos de este volumen proceden de la edición impresa en Madrid en 1780, obra maestra de Joaquín Ibarra, dispuesta, corregida y publicada a iniciativa y expensas de la Real Academia Española”. Joder.