Kilómetro cero
00
Federico Falco
Alción, Córdoba
2004, 100 páginas
Una cena familiar o una reunión de amigos como disparador de un recuerdo traumático; la hipocresía doble del amante que construye un triángulo amoroso para duplicarse; la dolorosa pérdida de un ser querido o el regreso súbito de alguien a quien uno amó en el pasado... Supongamos que ninguna de esas experiencias es extraordinaria sino todo lo contrario, supongamos que se trata de rutinas férreamente establecidas, o cómo ser argentino y autoconvencerse de que podríamos vivir bien y ser felices en cualquier otro país menos en el nuestro. Con esos temas y ese punto de vista, Federico Falco construye los nueve relatos de 00 (léase “cerocero”) donde pinta su aldea y su tiempo con una exactitud que apabulla: sus personajes, jóvenes o viejos, representan los extremos de la vida igualmente marginados del acontecer social. En este sentido, el cuento que da título al libro muestra las claves del juego: a punto de vivir el cambio de siglo (00 igual a 2000), que por efecto del temible Y2K se puede tornar la última noche de la humanidad, un grupo de amigos espera tan apocalíptico momento a escasa distancia de una central atómica. Si la hipótesis se confirma, serán los primeros en desaparecer en medio del hongo incandescente: “un hongo atómico que acallará a todas las cañitas voladoras que los niños se están preparando a lanzar, que enmudecerá hasta los huesos a todos los perros que están preparándose a ladrar al son de los cohetes que festejarán el comienzo del nuevo siglo”. Su dominio del oficio de narrar es una excelente plataforma de lanzamiento. Ya sabe, por ejemplo, que la superficie es un lugar ideal para cobijar lo profundo.
Rogelio Demarchi