Dom 11.05.2014
libros

RESIDENCIA EN LA TIERRA

Con una trama delirante de tan lúcida Arno Schmidt, la novela de Mariano Dupont, pasa lista a las grandes y pequeñas disputas por el capital simbólico de la literatura.

› Por Sebastián Basualdo

Un escritor obtiene una beca para asistir a la Arno Schmidt Experimental Writer’s Residence, una extraña residencia fundada por un enigmático barón alemán llamado Carl Friedrich von Brevern que promueve y sustenta la producción artística experimental. Ubicada en una base de la Antártida y construida en medio de un aparente ecosistema natural con todo tipo de animales provenientes de un supuesto zoológico de Berlín, la ASEWR –como la llaman sus anfitriones– tiene la virtud de poseer todas las comodidades de un hotel cinco estrellas, pero administrada con la rigurosidad que se le endilga al carácter alemán. “¡Hacer que usted y sus colegas la pasen lo mejor posible! Ese es mi papel, mi función. ¡Hacer que ustedes disfruten de la estadía en la ASEWR! Y que se lleven a sus hogares un hermoso recuerdo! Un recuerdo que los acompañe por el resto de sus vidas, algo para contarles a los hijos, o a los nietos... ¡o quien sea! ¡Y un libro! El libro que van a escribir, que usted va a escribir, Dupont. Imagine entonces mi responsabilidad. ¡Imagine! Pero hay algo más... Mi trabajo también incluye tareas nones gratas. ¿Puede sospecharlas?”, le pregunta el director, monsieur Picot, al recién llegado, que no es otro que el propio Mariano Dupont devenido en personaje y narrador de Arno Schmidt, la última novela del autor de Aún, ganador del premio Emecé en 2003. Irónico y corrosivo por momentos, el personaje Dupont llegará a la residencia motivado como un Pierre Menard: su propósito, durante el tiempo que dure la estadía, es reescribir el Popol-Vuh, aquella recopilación de narraciones míticas, legendarias e históricas del pueblo k’iche’, el pueblo maya guatemalteco. Los resultados no son menos importantes que el proceso de creación en un clima tan ideal como imposible. La Arno Schmidt Experimental Writer’s Residence cuenta, entre otras cosas, con piscina, un masajista japonés experto en shiatsu y reiki, un lugar para bailar y beber y hasta una licenciada llamada Maribel, experta en bloqueo artístico, a quien Dupont no tarda en ir a consultar para que la novela comience lentamente a definir sus lineamientos más significativos: la agonía existencial que se esconde muchas veces dentro de esa mueca que se llama sonrisa. “Maribel. ¿Cómo hago para escribir sin sentir que lo que escribo es una mierda, que lo que escribo no tiene ningún valor? ¡O que tiene demasiado! Sí, porque también a veces me sucede lo contrario: creo que lo que escribo es demasiado bueno. Pocas veces, es cierto. Pero me sucede, cada tanto me sucede. Me leo y digo: ¡pero esto es genial! Y no lo es, claro. Eh, Maribel, a ver, ¿cómo hago?”

La exageración no deja de tener su lugar en la verdad. ¿Para qué se escribe? ¿Qué clase de literatura surge cuando el tiempo apremia? ¿Qué sentido tiene lo nuevo cuando lo experimental no es un quiebre a la tradición sino una original manera de ignorancia? El concepto del éxito o el fracaso, las amistades por conveniencia, los juicios sobres los best sellers y el escritor de culto, los celos y las envidias, las modas para engrandecer o destruir a un autor, el miedo a ser nadie si no se aparece en los medios, el rechazo a la academia con el contradictorio deseo de estar en sus programas de estudio, en suma: la hipocresía y los egos disputándose un capital simbólico tan pequeño es lo que verdaderamente habita la Arno Schmidt Experimental Writer’s Residence. Las reflexiones surgen por medio de la sátira y el absurdo en un ambiente que por momentos recuerda al Banquete de Marechal; porque también hay un trabajo preciso alrededor de la trama, y esto es lo que hace de Arno Schmidt una novela interesante, equilibrada; porque mientras el personaje Dupont se enfrenta a la problemática misma de su escritura, una mínima sospecha lentamente se convertirá en un enigma que atravesará toda la historia hasta alcanzar la dimensión de una revelación: una tragedia será la que derrumbe el secreto y por fin deje en evidencia lo que había detrás de aquella residencia para escritores, o mejor: lo que hay detrás de las apariencias en un mundillo más preocupado por parecer que por ser.

Dueño de un estilo depurado y preciso, Mariano Dupont logra con un inteligente sentido del humor develar la trama secreta que esconden los comportamientos humanos cuando están motivados por sus deseos inconfesables. Ese otro costado de lo real. En Arno Schmidt la escritura y la vida se entrelazan para darle forma a una novela que de tan lúcida parece delirante.

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