Hay sedimentos de sequía
en el fondo del cauce.
En el pasto su propio secar
y brotar. Reposo,
novilunio.
Me llego hasta las ramas abiertas
porque tiemblo y vacilo.
Las ramas tienen su actitud cada una.
Los álamos obstinan
la misión de lo magro.
Goza en los trigos
el barbecho
su maternidad sombría.
Sube y me reconforta
–proyección de la savia–
algo que viene de antes de la tierra
y vuelvo de los campos
tenso
de gestaciones.
Reverdezco así tras de la entrega,
de la higuera repito el milagro
y, diciendo,
me cumplo.
en la punta de un árbol y abarcar
la inmensidad del cielo. Yo también,
sentado frente al muro,
me detengo en la punta
del álamo y contemplo
la inmensidad. La surcan pensamientos
involuntarios. ¡Cuántas nubes
fugaces, cuántas aves,
sucesivas!
Y las dejo pasar... y son tragadas
por este espacio inmenso
que soy yo:
sereno, transparente, luminoso
¿quién soy
Yo?
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux