Paula Levy es diseñadora industrial y gráfica, dos disciplinas que se potencian en la creación de sus originales objetos lumínicos.
Su vida está signada por el diseño. Munida de talleres de cerámica, escultura, fotografía, grabado al ácido y pintura sobre metales que hizo en la infancia y adolescencia, Paula Levy se lanzó a estudiar la carrera de Diseño Industrial en la UBA. Trabajó varios meses como maquetista en el estudio del arquitecto Hugo Kogan, hasta que –premio de un concurso de objetos mediante– se compró su primera computadora para hacer trabajos en gráfica. De forma autodidacta se volcó durante varios años al diseño editorial y a la gráfica institucional, ingresando en el ‘98 como editora de arte de una prestigiosa revista de decoración. Varios años agudizando la mirada hacia la decoración sirvieron de antesala de nuevo al diseño, esta vez de lámparas.
“Empecé con una necesidad de hacer, de crear un objeto, que pueda generar un clima. Que pueda darles algo a quienes lo usen. Entonces la lámpara se transforma en una aliada para crear sensaciones especiales”, explica Levy.
Colgantes o de pie, sus piezas resultan innovadoras, sobre todo por su estética y materiales. “Láminas de plástico de 0,5 de espesor, en algunos casos vinilo pegado, y estructuras de aluminio. De formas puras, círculos, cuadrados, tiras rectangulares y su estructura principal está dada por una malla colgante que da una sombra, un juego óptico, muy particular en las paredes y en los techos. Trabajo mucho con los blancos, naranjas, amarillos y rojos. Generalmente eligiendo un color predominante”, señala. ¿Fuentes de inspiración? “No tomo ninguna en especial. Sé de la existencia de lámparas italianas de malla colgante, pero son bien distintas de las mías. Tal vez lo que más me ayuda sea el ojo y el conocimiento de ciertas tendencias adquirido en la revista y mi admiración por ciertos popes del diseño. Me gustan mucho los sillones de plástico y las lámparas cromadas y blancas tipo hongo de Verner Panton, las sillas de estructura de alambres diseñadas por Charles Eames, los sillones de George Nelson, la increíble simplicidad de las formas de Arne Jacobsen y por supuesto la Bauhaus, con Walter Gropius, entre otros.
Así, para ella, la iluminación en la decoración es fundamental para crear un clima determinado. “Para destacar un punto de inflexión o para integrar ambientes”. ¿Sus obras? “Básicamente mis lámparas crean ciertos climas. Da gusto estar con ellas. Son bien amigables”, remata.
Paula Levy: 4553-9885,
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