Andan llegando a Buenos Aires dos socios que se dedican a algo bastante peculiar. Patricio Forrester –argentino con varios años en Gran Bretaña– y Julian Sharples –británico nacido y criado– formaron hace tres años la firma Artmongers (Vendedores de Arte) que se dedica al arte urbano, público, de intervención. A fin de año mostraron lo suyo en el Malba, con buena recepción, y ahora vuelven para abrir su primera filial internacional aquí, en la Argentina.

Artmongers es un caso típico de la industria cultural que mueve 210 mil millones de dólares en Gran Bretaña, facturación gloriosa que queda en manos más que nada de pymes. Lo que hacen Forrester y Sharples es crear ideas y realizarlas en medianeras, muros urbanos, tachos de basura, vidrieras y hasta árboles.

Un ejemplo es su proyecto de cowbins, las vacatachos, un recurso para enseñarles a los chicos en una escuela cómo y qué reciclar. Ya se sabe que para que un chico aprenda algo lo mejor es transformarlo en un juego, y la idea funcionó tan bien que una importante firma fabricante de contenedores de todo tipo compró la patente del invento. Los tachos con forma de vacas ya se venden en todo el Reino Unido y es uno de los productos que tienen ahora los Artmongers.

Los socios traen una carpeta de ideas para Buenos Aires que combinan creatividad con humor, pensando en la revitalización de lugares urbanos degradados. Es fácil augurarles que no les faltarán lugares para intervenir. En línea están los proyectos llamados “Una píldora para Once”, “A San Telmo un tornillo (le hace falta)” y “El Abasto decorado”, entre otros.

Que Buenos Aires sea la primera sucursal de esta firma británica se explica por la presencia de Forrester, que en 1995 fue a estudiar a la Goldsmiths Academy de la Universidad de Londres. Nueve años después, funda con Sharples su estudio dedicado a sacar el arte a la calle y usarla como fuente de belleza pública y soluciones urbanas. Artmongers ganó el año pasado el premio al emprendimiento creativo del año por sus trabajos en Lewisham, zona oeste de Londres.

La venida a Buenos Aires tiene apoyo de la embajada británica. Las obras e ideas de los Artmongers pueden verse en la página www.artmongers.com