Ramón Gutiérrez, que junto a Graciela Viñuales dirige el Cedodal, defiende este libro con particular cariño. Congresos Panamericanos de Arquitectos 1920-2000 fue escrito por Gutiérrez, Jorge Tartarini y Rubens Stagno, y es una historia de los encuentros de asociaciones profesionales del continente durante el siglo pasado. Para Gutiérrez, lo que exhibe el libro es la evolución de las ideas, colegiadas e individuales, de su profesión durante ochenta años que vieron cambios inmensos.

Para los autores, “estos congresos son la más importante concreción grupal de los arquitectos americanos en el siglo veinte” y por eso el libro le pone énfasis al contenido de las reuniones. Esto es, a los debates e ideas que se compartieron. El primer congreso panamericano fue en 1920 en Uruguay y los encuentros tuvieron un claro carácter de Cono Sur hasta 1945, cuando la sede es Lima, y 1950, cuando se reúnen en La Habana. Recién en 1952 se toca América del Norte, con reunión en México, y 1965 le da el carácter realmente panamericano a la institución con un congreso en Washington.

Recorrer estos ochenta años de congresos permite ver cómo el temario de preocupaciones va y viene, del clasicismo al modernismo, de la vivienda al urbanismo, del planeamiento a la prefabricación, del desafío social a la preservación del patrimonio. Esto no quiere decir que los temas fueran estancos, ya que nada es así en la vida humana y en el primerísimo congreso de 1920 ya se discutían los parámetros de un estilo “nacional” frente a la influencia europea tanto como la necesidad de “casas baratas” y financiadas por el Estado. Y en el segundo, en Chile y en 1923, el argentino Héctor Greslebin alertaba sobre la política de tierra arrasada de las especulaciones inmobiliarias, que destruían el patrimonio histórico, y proponía la formación de una comisión de monumentos históricos, arquitectónicos y arqueológicos.

El libro se organiza con una primera sección sobre los veinte congresos realizados –dónde, cuándo, con quiénes y con qué temáticas– ilustrados con imágenes de edificaciones del momento y lugar del encuentro, provenientes del aparentemente inagotable acervo del Cedodal. La segunda sección es el corazón de la obra y toma cada congreso en detalle, con sus temarios, publicaciones, bibliografías y propuestas finales. También se reproducen los programas editados en su momento, fotos de inauguraciones y de exhibiciones de proyectos y maquetas.

En fin: ya se sabe que el Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana se dedica a cubrir los gruesos baches bibliográficos existentes en nuestro país con sus publicaciones y sus muestras anuales. Como siempre, esta obra cumple la tarea.