Movimientos en color
Hoy abre sus puertas Estilo Pilar en el predio de Ayres de Pilar y con la intención de ponerle algo de color “al gris que vivimos”. Una idea traducida en objetos sobre ruedas, tendencias y algunos jardines realmente originales.
Es uno de esos entusiasmos que pueden parecer ingenuos pero contagian: Estilo Pilar de este año tiene como lema “sobre ruedas” y como motivo el color. Recorrer lo que esta semana era un activísimo, apresurado cantero de obra, es escuchar una y otra vez la idea de “salir del gris”, de ponerle “color a la crisis”, de “moverse del lugar donde estamos”. Estilo Pilar es entonces una suerte de parking de vehículos extraños y románticos, de motos antiquísimas, del primer mobile-home del país, de carretones reciclados y casas rodantes pop. Todo entre jardines que son instalaciones y oasis al borde de un alambrado con aire a pampas.
Pilar iba a tener su exposición para marzo, pero la crisis hizo simplemente insostenible la idea de que abriera sus puertas. Los Amigos del Pilar, que la organizan, marcan con orgullo que simplemente “se atrasó un poco”, pero que la edición 2002 se realiza en el 2002. Hasta ellos se sorprendieron del eco de la idea: esta semana, cuando supuestamente todo estaba dicho y definido, seguían lloviendo pedidos para instalar puestos y exhibiciones hasta en rincones que se suponían que iban a ser pasto y sombra. La exposición creó además un miniboom de empleo local: mucha gente de la zona se apareció a preguntar si había trabajo y nadie fue rechazado.
Lo que a partir de hoy se ve son 150 firmas presentando tendencias argentinas en decoración, accesorios, jardinería y paisajismo. La sede es el acceso principal de Ayres del Pilar, a mano derecha –viniendo de la Capital– sobre la Panamericana y a dos minutos del peaje. Hay sectores bien definidos. Por un lado, una serie de coloridos silos y graneros a la americana que alojan a los proveedores de accesorios de exteriores y servicios para la casa de country o campo. Por otro, un paseo de compras variado y amplio. Más allá, los viveros y las instalaciones de los paisajistas –que aquí son llamadas de instalaciones en consciente reflejo de lo que pasa por la plástica, por el estilo que comparten–. Por el medio, el parking de vehículos, y por los fondos el restaurante instalado en la reciclada casa de la Sociedad Rural Argentina, reciclada por Juan Estrada.
Estilo Pilar suele ser la más práctica de las exposiciones de su tipo, tal vez por su eje medio campero, medio suburbano. Es un lugar donde se ve y aprende de los más lúdico y sofisticado, y también se encuentran nuevos revestimientos para techos expuestos a los elementos. Es un lugar para educarse sobre barreras vegetales y filosofías de fluidez paisajística. Para comer sandwich a la sombra de un árbol, en alguna de las cafeterías y bares, o cenar como pocas veces a la luz de las velas en el restaurante. Y también es un lugar para comprar y no sólo mirar, con una promesa de buenos precios.
Hay cositas para no perderse, como el viejo ómnibus transformado en casa móvil que fue el primero en el país y que conserva sus revestimientos internos de madera y su aire a barco terrestre. O la casita rodante y el Isetta pop del estudio Parisio & Sánchez Izquierdo, el vagón del cazador inglés del anticuario Simpson, el camioncito de hacienda convertido en lounge y comedor de Luisa Miguens. Y también los jardines, con el río y los gansos que se quedan de Margaret y Cecilia Deane, o alguno con luces y espejos. Que por algo los llamamos instalaciones...