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La ciudad de Corrientes tiene un tesoro de buen tamaño. Es su plaza central que, cosa muy rara entre argentinos, todavía conserva sus cuatro lados y las cuatro esquinas en diagonal con las edificaciones originales. Lo más nuevo que balconea a esta plaza es de 1910. Pues resulta que un vivo no tuvo mejor idea que pedir permiso para destruir el conjunto demoliendo una de estas casas para hacer lo de siempre, un mazacote de hormigón sin el menor valor arquitectónico.

La plaza 25 de Mayo de Corrientes es un Monumento Histórico Nacional porque fue preservada. Esta ciudad, como todas nuestras capitales, perdió edificios a mansalva y fue arruinada por esta confusión entre progreso y novedades. La ciudad muestra el ya común subibaja de alturas, con medianeras altas por todas partes. Pero la plaza se conservó y es lo que el diario La República llama con justicia “nuestro paisaje más homogéneo”.

Ya en octubre comenzó a circular el rumor de que alguno quería demoler la casona de la esquina de 25 de Mayo y Buenos Aires, que es una de las esquinas que asoman en diagonal a la plaza. La novedad se conoció primero en el ambiente de inmobiliarias y fue confirmada cuando se preguntó en la Municipalidad local. Resultó que hasta le habían pedido permiso a la Comisión Nacional de Monumentos Históricos, que se negó terminantemente.

Todo esto no garantiza nada, ya que no existe en Corrientes una instancia de gobierno dedicada al patrimonio. El entorno de la plaza está protegido a nivel nacional, provincial y municipal, pero nadie administra esto.

El subsecretario de Cultura municipal, Gabriel Romero, admitió su alarma y explicó que el trámite sigue en la Municipalidad, donde todavía no fue aprobado ni rechazado. Romero es además el delegado local de la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos y como tal votó en contra de demoler la casa y arruinar la plaza.

Su colega de Turismo en la Municipalidad está igualmente alarmada, porque sabe que la plaza es la postal de su ciudad, un motivo de orgullo y un rasgo de civilización del lugar que es muy visitado.

En la Comisión de Monumentos y Lugares Históricos explicaron que es totalmente ilegal demoler un edificio que está en la lista de monumentos. La única manera es que la municipalidad haga una excepción. Si la esquina de 25 de Mayo y Buenos Aires de la ciudad de Corrientes pierde su casa histórica, si la plaza central de la ciudad pierde su bella coherencia, la culpa será del intendente Carlos Vignolo. El es el único que tiene el poder de destruir o preservar el edificio.