Posiblemente sean tres los nombres de las revistas que mas ayudaron a construir y a difundir la producción de los arquitectos en nuestro país. La más antigua es la Revista de Arquitectura de la Sociedad Central de Arquitectos, que acaba de cumplir 105 años. La otra, que no pertenecía a ninguna institución, fue la extinta Nuestra Arquitectura, que supo descubrir aspectos y formas propias locales, documentando por primera vez la arquitectura colonial, el movimiento de las Casas Blancas y por supuesto la obra moderna como estilo y como adscripta al Movimiento Moderno.

El tercer nombre nació en la década del ‘70 y también marcó un punto de inflexión: la Revista Summa. Esta publicación acuñó una forma de documentar y de difundir la producción local, pero por los avatares de nuestra fluctuante economía dejó de existir allá por los ‘90. Sin embargo, manteniendo el sello y la continuidad del nombre, involucrando a parte de su staff, la revista volvió con el nombre transfigurado a modo de homenaje: Summa+, con la dirección general de Martha Magis y la editorial de Fernando Diez. Hoy llega a los 100 números.

No es sencillo que en una disciplina como la arquitectura, tan bombardeada por información llegada del exterior y con tanta valoración por la novedad, se logre mantener un espacio de interés hacia la producción local. Esto genera no sólo el conocimiento y la difusión de qué se hace sino también de qué cosas se valoran localmente. Esto repercute en lo producido y en lo nuevo, una sinergia necesaria.

El número cien de la revista se compone de diez veces diez. Son diez capítulos organizados por diez autores que tomaron diez ejemplos para abarcar diez temas. Escriben: Marcel Faiden (10 deseos construidos), pensando el futuro; Liliana Bonvecchi (10 objetos singulares), arquitecturas-mundo; Ramón Gutiérrez y Patricia Méndez (10 ausentes del patrimonio), la arquitectura demolida; Alfonso Corona Martínez (10 reciclajes reveladores), sobre algunos edificios recientemente reformados; Rolando Schere (10 concursos argentinos), propuestas de renovación; Florencia Rodríguez (10 exploraciones locales), el tiempo no espera a nadie; Pablo Guiraldes (10 oasis metropolitanos), lecciones de los suburbios; César Naselli (10 corrientes mediterráneas), sumergidos, emergentes, navegantes; Luis Grossman (10 lugares de Buenos Aires), identidad porteña; Cayetana Mercé (10 detalles memorables), escala 1:1.

Y se homenajeó a su vez a los participantes de estos primeros cien números con un afiche diseñado con sus nombres.