La Legislatura protegió esta semana varias piezas patrimoniales de primer orden. Hay sorpresas como las terminales ferroviarias, homenajes como el hospital Santa Lucía, tesoros como dos residencias de Colombo y hasta un club de fútbol centenario.
› Por Sergio Kiernan
Este jueves, la Legislatura porteña protegió un importante conjunto de edificios históricos, que incluyen una obra de Noel, una de Christophersen, dos de Colombo y las principales estaciones ferroviarias de la ciudad, nada menos. También se declaró lugar histórico al lindo hospital Santa Lucía y se catalogó al Club San Telmo, que hace doblete por ser una institución histórica y también un edificio valioso.
El Santa Lucía continúa una tradición que arranca en 1823, cuando se lo creó por decreto y se lo encargó a las Hermanas Hijas de María, con consultorio en Moreno 932. En 1878, este primer servicio oftalmológico de América latina se mudó al Hospital General de Mujeres, que hoy conocemos como Hospital Rivadavia, como la Sala Santa Lucía. En 1883, el servicio se muda a Maipú y Lavalle, lo que inauguró una fase de mudanzas por el centro hasta que en 1922 se construye el edificio actual de San Juan 2021. Que fue también el primero diseñado específicamente y cuenta con un museo casi secreto que es un asombro.
El edificio de Alejandro Christo-phersen catalogado este jueves con el grado estructural es la sede de la Asociación Argentina de Actores de Alsina 1762. El lugar es una de esas elegancias francesas típicas de su autor, construida en 1914 junto al ingeniero Claro Dassenn como una casa particular. El pobre edificio pasó a ser oficinas públicas en el primer peronismo, luego albergó talleres textiles y finalmente fue reparado para los actores. Como quedó medio escondido por la explosión de la propiedad horizontal, hay que pararse justo enfrente para apreciar su elemento más impactante, la torre mirador cuya cabina remata a 54 metros de altura. La familia que lo encargó –seguramente muy amplia, porque su casa tiene seis pisos– la usaba como observatorio astronómico en esa Buenos Aires de calles más oscuras y cielos más despejados.
También estructural es la protección a una joyita modernista, el comité Capital de la UCR en Tucumán 1660, que se comenzó a construir en 1939. De un modernismo impecable para la época, es una de las rarísimas piezas en este estilo de Martín Noel –otra está en Ayacucho al 1800, un edificio de departamentos– que no pudo con su genio neohispanista y le agregó tejas españolas. Manuel Escasany fue socio en el muy histórico lugar, que vio buena parte de la historia política nacional desde 1940, cuando lo inauguraron como Casa Radical a nivel nacional. El edificio tiene un exterior bastante racionalista, pero desde la entrada se empieza a ver el eclecticismo vagamente déco que lo define. Es un lugar que hace pensar en cine argentino de teléfonos blancos, bastante sentimental.
Nada que ver con el Club Atlético San Telmo, viejo de más de un siglo, que ganó su primera copa en 1916. El club arrancó con cancha y todo en un terreno de Paseo Colón al 1400, donde hoy está el diario Crónica. El club, curiosamente, se mudó a su sede de Perú 1360 recién en 1965, haciendo una opción arquitectónica que destaca la tradición de la institución. Es el tipo de casona con puertas de madera buena y vidrierías, vitrales, arquerías, robles diversos, yeserías, luminarias originales y halles que balconean internamente, todo en un notable estado de conservación.
Aunque son monumentos nacionales, las grandes terminales ferroviarias de Buenos Aires no eran patrimonio porteño. Esta semana, la Legislatura corrigió el furcio dándole protección estructural a la de Once, a la de Constitución y a las de Retiro. Es un conjunto variopinto de estilos y épocas, que van de lo más que monumental a lo estrictamente funcional, pasando por una prefabricada que nunca fue reemplazada por una sede definitiva. En todos los casos, las terminales fueron en su momento símbolos de tecnología de punta, de poder y desarrollo, que curiosamente se articularon en lo que la época reconocía como “nodos” de transporte: las plazas donde paraban los carros y se juntaba el ganado para las faenas.
La primera estación argentina de trenes, la que albergó a La Porteña en lo que hoy es la zona de Tribunales, ya no existe. La mayoría de las estaciones del país comparte una tipología liviana, generalmente inglesa –las hay acriolladas, modernas y hasta hispánicas, sin embargo–, con materiales sencillos. Pero las grandes terminales jugaron un rol que los aeropuertos raramente lograron cumplir, el de “puertas” del transporte, con mucho de lujo. La estación Constitución, tantas veces reconstruida, todavía muestra un poco su mentalidad, sobre todo en el anexo de estilo “fascista”, con su hall monumental, y en la formidable cubierta de andenes, de 1907. Es más difícil detectar esta función en Once, una terminal devastada por la necesidad de “modernizarla” y transformarla en un embarcadero para trenes suburbanos.
Es en la terminal del viejo Mitre, en Retiro, donde este programa se nota todavía con bastante esplendor. El edificio inaugurado en 1915 para el Ferrocarril Central Argentino fue pensado con la escala, los materiales y el estilo de una terminal de gran capital. La reciente recuperación de sus espacios internos, colonizados por quiosquitos de todo tipo y la reapertura de su glorioso comedor de primera clase dan una idea de la experiencia que se quiso lograr. El edificio contiene una de las naves más formidables en existencia, de 250 metros de largo, y objetos como sus boleterías revestidas en mayólica verde.
La terminal de Federico Lacroze es, en cambio, un ejemplo del cambio de mentalidad a partir del modernismo. Es un edificio racionalista que parece una casa grande en lugar de un gran edificio, una marca del abandono de la idea de arquitectura simbólica. Diseñado por Santiago Mayud-Maisonneuve y su hijo Carlos en 1951, e inaugurado en 1957, el edificio constituye la conspicua excepción a la historia ferroviaria argentina: es la gran terminal construida por los ferrocarriles estatales.
En los antípodas de la escala monumental, la Legislatura les dio grado cautelar a dos petit hotel del amado Virgilio Colombo, en la calle Azcuénaga 1083 y 1129. El primero tiene una de esas fachadas fantásticas, típicas del milanés. El segundo es más mesurado, casi serio, con un consultorio en planta baja y entrada por cochera.
Donde el Art Decó fue el último gran estilo en arquitectura, el moderno fue el primero en imponer como pecado la ornamentación. Por algo uno es un “art” y el otro no pasa de estilo. Pero desde antes de la segunda guerra mundial, esa manera de pensar los edificios se impuso como la única aceptada. Como explicó ya en ese momento Alejandro Bustillo, esta completa hegemonía se veía venir por dos razones: el “estilo” era más barato y tanto más fácil de hacer que cualquiera, por modestos que fueran sus talentos, podía intentarlo. Este breve razonamiento de Bustillo explica la carrera de, por ejemplo, Mario Roberto Alvarez...
Aun así, esta modernidad dio edificios que merecen vivir. El amplio proyecto que acaba de presentar la presidente de la Comisión de Patrimonio de la Legislatura, Teresa de Anchorena (CC), abarca 107 piezas de todo tipo, con el rasgo común de pertenecer a esta manera de hacer arquitectura. La amplia lista incluye sorpresas –¿cómo puede ser que el Gran Rex y el San Martín no estuvieran catalogados?–, honores merecidos –como el bello edificio Safico– y misterios insondables, como el horrendo edificio del Correo en Retiro o la muy dudosa sede de ATC/Canal 7.
Como no sorprenderá si se piensa en la época, el proyecto de Anchorena elige varios edificios de gran porte, viviendas colectivas y estructuras utilitarias de diseño acertado. Por ejemplo, el Automóvil Club de Rivadavia al 3300, un lugar que da gusto visitar y honra la tradición arquitectónica de esa institución. O la torre del Hogar Obrero a una cuadra de Acoyte y Rivadavia, que tiene los mejores pasillos internos de Argentina (o casi) y un ingenio en iluminar todo que da gusto. En la lista hay muchas viviendas particulares, edificios de oficinas, sedes y ex sedes institucionales y bancos.
Esta colección, bien mirada, representa la influencia de Le Corbusier, el “racionalismo” argentino en todas sus vertientes y los estilos que les siguieron en los sesenta y setenta, cada vez más borrosos y marcados por un mero comercialismo. Aquí va la lista completa, con los grados de protección propuestos:
Comodoro Py 2002, Ex Administración de los FFCC del Estado, Estructural; Figueroa Alcorta 7350, Ex Almacenes de O.S.N., Cautelar; Florida 183, Ex Anexo Banco Popular Argentino, Estructural; Tagle 2855, Argentina Televisora Color, Cautelar; Suipacha 1333, Asociación Cultural Inglesa, Estructural; Rivadavia 3301/41, Automóvil Club Argentino, Cautelar; Comodoro Py 2258, Banco Ciudad, Estructural; Bartolomé Mitre 357, Banco de Córdoba, Estructural; Bartolomé Mitre 234, Banco Holandés Unido, Estructural; San Martín 202, Bank of America, Estructural; Mendoza 3036, Belgrano Day School, Cautelar; Antártida Argentina 1385, Casa de la Moneda, Cautelar; Comodoro Py 1870, Centro Postal Puerto de Buenos Aires, Cautelar; Corrientes 857, Cine Teatro Gran Rex, Integral; Almirante Brown al 300, Conjunto Catalinas Sur, Cautelar; Las Heras y Ayacucho, Consulado de Uruguay, Estructural; Constitución 1850, Depósito “Ingeniero Antonio Paitoví”, Cautelar; Rivadavia 5118, Edificio Repetto, El Hogar Obrero, Cautelar; Leandro N. Alem 709, Cautelar; Zavalía 2090 Cautelar
Viamonte Edificio CIFARA 1393 Cautelar; Eduardo Madero 1020, Edificio Conurban, Cautelar; Güemes 4426, Cautelar; Inmigrantes 1950, Edificio Ex Ferrocarriles del Estado, Estructural; Callao 1793, Cautelar; Callao 1801, Cautelar; Incas 3331, Cautelar; Libertador 2286, Cautelar; Libertador 2306, Cautelar; Libertador 2326, Cautelar; Libertador 3590, Cautelar; Quintana 402, Cautelar; Santa Fe 1693, Cautelar; Billinghurst 2491, Cautelar; Ricardo Levene 912, Cautelar; Ricardo Levene 944, Cautelar; Juncal 820, Cautelar; Juncal 1765, Cautelar; Juncal 1770, Cautelar; La Pampa 1815, Cautelar; Maipú 429, Cautelar; Paraguay 1520, Cautelar; República Arabe Siria 2885, Cautelar; Riobamba 944, Cautelar; Rodríguez Peña 1445, Cautelar; Rodríguez Peña 1465, Cautelar; Santa Fe 3091, Cautelar; Juramento 1733, Cautelar; Cabello 3700, Cautelar; Santa Fe 2102, Cautelar; Leandro N. Alem 1035, Edificio IBM, Cautelar; Arroyo 804, Edificio Minner, Cautelar; Carlos Pellegrini 885, Edificio Nestlé, Cautelar; Corrientes 420, Edificio Safico, Estructural; Cerrito 1482, Edificio Sud América, Cautelar; Corrientes 707, Edificio Ex Teléfonos del Estado, Cautelar; Leandro N. Alem 1067, Edificio Ex UIA, Cautelar; Corrientes 375, Edificio Yatahy, Estructural; Roque Sáenz Peña 765, Edificio YPF, Estructural; Cerrito 740, Edifico Mirafiore, Cautelar; Tagle 2762, Embajada de Chile, Estructural; Eduardo Braun Menéndez 260, Escuela Della Penna, Estructural; Tres Sargentos 436, Cautelar; Tres Sargentos 422, Cautelar; Tucumán 681, Cautelar; Tucumán 685, Cautelar; Florida 977, Galerías Larreta, Estructural; Pepirí 291, Hospital B. Churruca, Cautelar; Comodoro Py 2055, Edificio Libertad, Cautelar; Díaz Vélez 5030, Hospital Durand, Cautelar; Cerviño 3356, Hospital Fernández, Cautelar; Ramos Mejía 990, Hospital Naval Central Dr. Mallo, Cautelar; Fragata Pres. Sarmiento 1804, Hospital Oftalmológico “Dr. Pedro Lagleyze”, Cautelar; Juncal 1720, Laboratorio Schere, Estructural; Rondeau 2835, Maternidad Ramón Sardá, Cautelar; Entre Ríos 752, Mercado de San Cristóbal, Cautelar; Carlos Pellegrini 211, Ex Mercado del Plata, Cautelar; Lima y Belgrano, Ex Ministerio de Obras Públicas, Estructural; Arenales 1128, Cautelar; Intendente Güiraldes 2620, Pabellones I, II y III Ciudad Universitaria, Cautelar; Ugarteche 2910, Palacio de los Gansos, Cautelar; Av. Sarmiento 3504, Planetario Municipal, Estructural; Comodoro Pedro Zanni 360, Policlínico Ferroviario Central, Cautelar; Puente Peatonal Av. Figueroa Alcorta y Pueyrredón, Integral; Maipu 555, Radio El Mundo, Estructural; Comodoro Pedro Zanni 220, Secretaría de Aeronáutica, Cautelar; Varela 1835, Talleres Varela, Cautelar; Corrientes 1530, Teatro y Centro Cultural Gral. San Martín, Estructural; Corrientes 1665, Teatro Presidente Alvear 1665 Cautelar; Libertador 7001, Tiro Federal, Cautelar; Suipacha 1105, Torre Olivetti, Cautelar; Alsina 3263, Cautelar; Figueroa Alcorta 3492, Cautelar; Humberto 1º 1645, Cautelar; Matheu 1705, Cautelar; O’Higgins 2030, Cautelar; O’Higgins 2319, Estructural; Parera 65, Cautelar; Superí 1550, Cautelar; Castex 3655, Cautelar; Mariscal Ramón Castilla 2871, Cautelar; Rodríguez Peña 2043, Cautelar; Zabala 1901, Estructural; Moldes 1960, Cautelar; Eduardo Costa 3030, Cautelar; Juan B. Justo 6435, Cautelar.
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