Sábado, 24 de octubre de 2009 | Hoy
Un blog, altas dosis de entusiasmo, trabajo y sobre todo talento: la receta perfecta de Ignacio Pilotto para diseñar desde Córdoba para el mundo.
Por Luján Cambariere
Además de entusiasmo, empeño y mucho talento, sin dudas, lo que lo hace triunfar a Ignacio Pilotto en el mundo es su actitud tan poco mezquina.
Hace dos años que colabora con Fred and Friends de Estados Unidos, un estudio que se caracteriza por conquistar a los usuarios desde lo lúdico; para Imm Living de Canadá, donde cuelan diseñadores de todas las latitudes; y para el diseñador salteño Francisco Gómez Paz, que reside en Milán. Lo hizo sorprendiendo a través de propuestas que sube a su blog cada domingo. Muchos le advirtieron que tremenda fuente inagotable de ideas podía ser plagiada, qué podían copiar sus diseños. El nunca dudó que en eso había más ganancia que riesgo. Un pensamiento que ahora es premiado con tantos encargos que le llegan del extranjero en función de algunas de sus propuestas.
A saber: las cucharas de madera Mix Stix para cacerolazos o para un flashback infantil a esa etapa donde las ollas de cocina eran la mejor batería; el matamoscas Swatter + Tweezers que incorpora en una sola pieza, una paleta matainsectos y una pinza que permite recogerlos sin tener que utilizar los dedos; el Rubitone para el que combinó al famoso cubo Rubik con la firma Pantone; la taza Cortado que posee una guarda en forma de línea de corte (como esas que aparecen en los envases) indicando la medida aproximada de café y leche que se debe utilizar; el Magnetic que se basa en la personalización de tiradores para cajones y puertas mediante colecciones de imanes intercambiables; Burbujas, donde el diseño convierte al pack en un juguete (se utiliza como a un dedal para hacer burbujas con lo último que nos queda de detergente) o el Sharpener Ring, la joya ideal para dibujantes, ilustradores, diseñadores, arquitectos y artistas, y bien podríamos agregar a niños en edad escolar, que los pierden siempre.
–Siempre me gustó dibujar. De chico hacía los trabajos de plástica de mi hermano, seis años mayor. Al principio me llamaba mucho la atención la arquitectura, pero de a poco me fui dando cuenta de que no era realmente lo que quería ser. Mis padres desde chico me alentaron a hacer lo que me gustara. Además, mi mamá es muy sensible para el arte y mi papá es un especialista en cuestiones técnicas (para algunos MacGyver). Soy del sur del país. Nací y me crié en Cipolletti, Río Negro, la zona de las manzanas más ricas, pero estudié en la Universidad Nacional de Córdoba, FAUD, ciudad donde vivo hoy.
–Por mi novia. Ella terminó el secundario un año antes que yo y se vino para acá. Tenía a sus abuelos en la ciudad. Yo viajaba a visitarla y entre cartas (recién arrancábamos con los mails) me mandaba los boletines de la facu. Ahora estoy instalado acá, pero no sé por cuánto tiempo más.
–Yo siempre estaba haciendo algo. Llegaba primero a todas las expos, charlas, eventos, talleres, fábricas. Durante los primeros tres años de la carrera sacaba muchas revistas y libros de la biblioteca. En cuanto puse por fin Internet en mi depto, me cambió la vida. Comencé un blog donde tengo desde proyectos de la facu, ideas, prototipos, productos, hasta algunas cosas que hago sólo para explorar. Cuando empecé el blog quería actualizarlo semana a semana, así que todos los domingos me levantaba y pensaba en algo desde el concepto hasta la comunicación. No me tenía que llevar más la mañana. Muchas veces una idea por dejarla madurar se pudre y/o ni siquiera se lleva adelante, sólo es la idea. Lo hice por ejercicio, me exponía. Algunas de las ideas hoy las veo y digo: “¡No!”. Pensaba en algo o retomaba mis cuadernos y decía: “Bueno, ahora tengo que hacer un producto y antes de comer lo posteo”. Fue un poco inspirado por Ora-ito, que se sirvió de Internet para darse a conocer. Yo hice (hago) lo mismo, pero ahora no con las webs sino con los blogs. Conozco muchas personas con ideas brillantes, pero el problema es que ellos quieren ser millonarios con esa idea y la guardan bajo llave, y la idea termina siendo algo egoísta. La oportunidad que Internet nos da para darnos a conocer y así poder generar más ideas es única. Muchos me dicen: “Pero te van a copiar la idea”. Yo creo que si me copian es porque voy por buen camino y además mientras otros se ocupan de copiar, otros se ocupan de trabajar en cosas nuevas y así funciona, por ahora. Las primeras cosas que hice fueron la taza para cortado y el matamoscas. Empezaron a publicarme en muchos blogs personales. En 2007 salí en mi primera publicación impresa, y una cosa lleva a la otra. Tanta fue la visibilidad del blog que aparecí en una revista que acompaña al diario de Milán junto a personas realmente importantes (era un apartado de diseñadores argentinos y publicaban a Gómez Paz, Sarmiento, dos estudios de diseño... y yo. Me dio vergüenza porque en realidad yo no tenía nada que ver ahí. Pero me dio alegría y confianza para continuar.
–El más popular de todos es Rubitone: gracias a él conseguí gran visibilidad. Tanto es así que se comunicó conmigo la vicepresidenta de la empresa Pantone para felicitarme con mucho interés por mi trabajo. Son las sorpresas que te puede dar Internet. De los que se ven en la web sólo algunos se comercializan como el Mix Stix, que por otro lado es el único que por ahora lleva mi firma (para fin de año, con seguridad, salen 2 o 3 más, es un logro para mí teniendo en cuenta la crisis económica que hay a nivel mundial).
–Hace dos años trabajo para Fred and Friends y para esta temporada pasó algo muy divertido. El año pasado, con todo el asunto del campo, se me ocurrió hacer un diseño inspirado en el momento que nos tocaba vivir. Fue ahí donde nació una cuchara para cacerolazos. El diseño de la cuchara está inspirado en aquellos momentos en los que jugábamos a ser bateristas en la cocina de nuestras abuelas o mamá con sus cucharas, cacerolas, ollas y sartenes. En la presentación del producto dice así: “Por estos días, frente a la situación sociopolítica y económica por la que está transitando el país, este juego que nos mantenía alejados de la realidad es dejado de lado, para convertirse en una forma de manifestarse de una manera no violenta, sin banderas políticas, sin armas, simplemente con cacerolas, cucharas y ganas de expresarse”. Al principio tenía ganas de empezar a producir la cuchara, pero era difícil, ya que yo sólo diseño y comenzar a vender es complicado. Inesperadamente uno de mis jefes de Fred estaba paseando por mi blog y las vio, le encantó la idea, pero sólo asociándolo con el juego de la música y la cocina cuando somos chicos. Junto con mi amigo el diseñador Jason Amendolara hicimos los retoques para que el par de cucharas salgan al mercado. Lo bueno es que el producto se hizo realidad y si ahora algún argentino la compra, puede usarla para jugar en la cocina o expresarse en la calle.
–Este proyecto es un poco más sencillo. La idea surgió hace tiempo porque tenía ganas de cambiar la tecla “L” por una pieza de los ladrillos Lego. Pero no me decidía a hacerla; después, justo para un concurso de Swarovski, se me ocurrió que podía funcionar colocar una piedra en la “S” (no lo hice tampoco y el concurso lo ganó un mouse). Estaba dando vueltas hace tiempo con esto, y además el boom de iconos representando a marcas por la web, y tras darle un poco la vuelta a la idea surgió cambiar el alfabeto del teclado por el de las marcas. De hecho mi sobrinito reconoce la M gracias a las cajitas felices. Un amigo tenía ganas de comercializarlo de algún modo, pero pasaba el tiempo y cada vez era más difícil, así que simplemente lo subí a mi blog para generar alguna discusión.
–Para mí es espectacular. Hoy Internet rompió con las distancias y para las grandes empresas da lo mismo que estés en China, la Argentina, Italia. No importa si tenés 20 o 60 años, el trabajo se valora y las reglas del juego son globales. Acá tenemos la suerte de poder aprender de todo y gratis. Podemos meternos en los talleres (por ejemplo, acá está la escuela que fundó Renault y te enseñan desde carpintería y fundición hasta programación cad-cam). Quizá las cosas cuesten un poco más que afuera en otros sentidos, por la incertidumbre de no saber qué va a pasar. Yo vengo de la Patagonia (allá todo es nuevo, tenemos poca historia), y Córdoba es una ciudad muy rica en lo que a industria se refiere, aprendo mucho, a veces reniego porque mucho se concentra en Capital, pero no creo que sea tan negativo. Hace poco me mudé, abajo tengo una tornería, estoy a tres cuadras de una carpintería, a dos más de donde puedo comprar materiales. Si en un rato se me ocurre hacer algo, lo hago caminando y tomo mate con el carpintero... impagable. Lo que me disgusta un poco en mi corta experiencia son algunos “argentinos”. Yo soy cero viveza criolla, y eso hoy acá me juega en contra, pero afuera me juega a favor. Igualmente creo que de a poco uno va encontrándose con las personas indicadas, y tengo muchas ganas de trabajar desde la Argentina, para la Argentina y el resto del mundo.
–Fred and Friends, gracias a un concurso de Designboom. En el concurso sólo quedé finalista, pero a ellos les gustó mucho mi propuesta y me “googlearon” (hoy todos te rastrean así, después te agregan a Facebook, Linkedin). Ahí fue donde vieron otros de mis conceptos y empezó la relación. Actualmente sólo se comercializa Mix Stix, pero ya tengo algunos proyectos en espera. Para ellos desarrollo conceptos vagos, pero divertidos, bajo deadline; si se avanza se hace otro cronograma y al concepto lo ajusto al máximo para que se convierta en producto, y si se avanza otra vez se hacen ajustes finos para la comercialización. Ahí sólo hago algún comentario sobre las muestras (prototipos), el trabajo más duro es el del concepto, la comunicación del concepto. Mientras que a Imm Living llego gracias a los sharpener rings. Son jóvenes y la verdad que estoy muy emocionado con ellos, ya que los canadienses son muy correctos. Las cosas son claras y tienen muchas ganas. Hacen productos relacionados con las culturas del mundo y ponen mucha atención a las personas e historias detrás de los productos, trabajan con diseñadores de todas partes del mundo (yo soy el primer argentino). Empecé este año, así que las cosas que hice para ellos se presentarán en el próximo catálogo, también se trabaja bajo deadlines estrictos, y mi trabajo acá va un poco más allá, son tres etapas de ajustes y tengo que enviar material listo para fabricar.
–Trato de estar muy atento a todo lo que hacen la grandes empresas, todos sus productos, y además veo todos los portales y páginas de diseñadores todo el tiempo. Desde hace algunos años venía viendo cómo los diseñadores se inspiraban en la marca Pantone y qué respuesta tenían estos objetos. Así que dije: “Voy a sumarme a esto, pero a mi manera. Entonces hice un mapa y trabajé un poco, pero nada me cerraba. Una noche le leí el mapa a mi novia y le comenté sobre la idea del cubo; a mí me parecía tan obvio que ni siquiera lo busqué en Google, pensando que tenía que existir. Lo busqué y nada, así que al otro día me compré un cubo y le puse las calcos, hice las imágenes y seguí pensando en cómo los colores podrían tener más sentido. Al tiempo mandé un mail a Pantone para que me autoricen a utilizar la marca. Al mes me enviaron un aviso dándome el permiso. Yo pensé: “Que lástima que no lo quieran hacer”. Así que lo publiqué en mi blog y fue un boom. Pasaron dos o tres días y fue portada de CORE77. Ponías “Pantone” en Google y aparecía el sitio oficial y abajo mi blog. En dos días no paraban de llegarme mails, entraban 20 mil personas por día a mi blog, fue una locura todo el mes, hasta que un día llegó un mail diciendo que por favor me comunicara con un señora que me decía que era la vicepresidenta de Pantone. Pensé que era un chiste, pero por suerte no. Ellos están interesados en llevarlo adelante, seguimos en contacto y espero que podamos concretar algo. Algo parecido me pasó con la house bird: todos lo diseñadores están haciendo una y yo pensé en hacer una, pero reutilizando las latas de leche Nido; no fue nada popular este proyecto, pero hace más o menos un mes me escribió de Holanda una empresa que provee de tapas a Nestlé, felicitándome por la idea.
–Afuera se valora el trabajo. De antemano sabés cómo son las cosas, cuánto vas a cobrar, prácticamente pasás a ser parte de los equipos porque el royalty te hace sentir así. Te sentís cómodo, lo único que tenés que hacer es diseñar. Acá... no quiero generalizar, pero quieren ver el trabajo antes de pagar, después nadie paga, o te llaman para que hagas algo parecido a otro. Igual espero seguir encontrando gente honesta, que en este país tenemos mucha, sobre todo porque se puede trabajar igual que afuera. Tenemos que empezar a hacerlo.
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