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Sábado, 21 de noviembre de 2009

Pensado en Chile

Cómodo es la tienda de los diseñadores industriales Juan Pablo Fuentes y Christian Erdmann y reúne lo mejor del diseño chileno y regional para ser punto de encuentro de la movida en Santiago.

 Por Luján Cambariere

“Ni frívolo, ni tonto, ni plástico, como el común de la gente piensa que es el diseño en Chile”, dispara el simpatiquísimo Juan Pablo Fuentes, cuando lo encontramos de casualidad al mando de la tienda que nos recomendaron como “la única” que tiene diseño chileno en Santiago. Diseñador industrial por la Universidad Diego Portales, lo conocíamos de cuando vino a presentar sus productos a una feria en nuestro país, años atrás. Siguiendo por el camino de la autogestión tan típico de nuestra región, ahora le tocó inventarse el cuento del local propio: Cómodo, en la galería Drugstore en Providencia, para imponer el diseño local.

Y sobre todo, para tratar de imponer otra declaración de principios que tienen con su socio, el también diseñador Christian Erdmann: “Hagamos lo que no hicieron con nosotros. Así, Cómodo compra, no consigna. Cómodo informa sobre los diseñadores que hay detrás de cada pieza, no se acredita autorías. Y en algunos casos, si es que podemos llegar a producir algunas piezas, pagamos el royalty que corresponde”.

Enseguida pasa a describir algo de lo que tiene. Productos de varios destacados como los Monito, un colectivo de diseño formado por los diseñadores industriales Valentina Leni y Yuri Trechswjakow, reconocidos por su línea de cerámica hecha en base a tres puntos de apoyo basados en la artesanía chilena. Los accesorios –principalmente bolsos y carteras– de Paola Enrione y María José Ugarte de Modd; la indumentaria para bebés de María Paz García, Caroline Godoy y Carmen Alcalde, de Pil-Pil; los muebles de Nicole Albagli y Karim Abad de Primate y los de Sienestudio de los industriales Javier Alonso Ramírez Cifuentes, Juan Paulo Vieyra Di Silvestre y Julián Vignolo (contenedores, mesas, sillas, estanterías), entre otros.

Al rescate de otro material bien chileno, Made in Mimbre, firma creada del encuentro de un arquitecto, Cristian Domínguez, y un psicólogo, José Miguel Araus, que se plantearon desde el inicio de su sociedad diseñar objetos, mobiliarios y luminarias utilizando materiales naturales que representen a su país. Así nace la experimentación con mimbre y de ella, las colecciones Objetos de Luz con la luminaria 12pixeles, la Estática, o la Zoom y la de Objetos de Descanso, formada por la banqueta 5-30 PM, Pausa y la Paréntesis.

Por último, dan el presente algunos diseños del propio Fuentes, como la mesa Bipolar en acero y vidrio, la auxiliar Mini Corchete con la que se propone “prevenir las típicas caídas de floreros o ceniceros” (“Esta mesa es un corchete de acero pintado en dos colores contrastantes en la que gracias a una incisión se ubica un florero de cerámica”, detalla); el posalibros Sully (“muy simple, con un detalle que aporta un poco de humor, ya que la esquina de un objeto que debe ser muy firme en Sully se derrite”). Y el revistero Roma en mármol, que él sugiere para coleccionistas ya que su ángulo permite acumularlas de modo ordenado sin que se caigan ni doblen. Además, como está desarrollado de manera modular, da la posibilidad de armar un sistema de repisas.

–¿Por qué Cómodo?

–El nombre nace de una percepción que tienen las personas sobre la palabra “diseño”, donde la mayoría piensa que es de alto precio, incómodo, plástico. Y la gente que sabe algo sobre design lo asocia a la incomodidad de una silla de Starck. Así que como slogan trabajamos la frase “No es Diseño, es Cómodo”, lo cual gustó tanto que nos tomamos la palabra “Cómodo” como una cualidad del diseño emocional y del negocio. La tienda nace de la necesidad de tener un espacio donde tratar a los diseñadores de manera profesional y con dignidad y eso lo demostramos con acciones como comprar sus productos, pagar a tiempo, destacar la imagen del diseñador y cuidar los productos que estén consignados. Cosas que las tiendas no hicieron con nosotros cuando entregábamos diseño a terceros. Otro punto importante es la dignidad de nuestra profesión, ya que para muchos de nuestros profesores, los que hacemos lámparas o mesas somos tontos, light o maricones. No entienden que el diseño de muebles o productos tiene su espacio ganado en el mundo hace décadas. Estos profesores juran que algún día haremos autos, planchas o aviones en Chile y siguen con el proceso de diseño lejano a la realidad de nuestro mercado.

–¿Por qué creen que aún hay esa mirada de la disciplina en Chile? Sobre todo habiendo tantas y buenas universidades...

–La percepción de que el diseño es incómodo es algo mundial, de hecho muchas empresas europeas están tomando lo cálido, blando y ergonómico como base de un nuevo producto. Eso sí, es muy claro que en Chile, la percepción es peor, ya que gran parte del público que podría comprar diseño sólo conoce las sillas transparentes y las peores lámparas importadas. Ahora, lo que pasa en las universidades que imparten diseño no ayuda mucho... ya que la mayoría está obsoleta en su sistema de educación, ya que tiene directores que siguen pensando que el diseño se enseña desde el libro, están pegados en la Bauhaus y los peores nunca han diseñado un clip. Destaco que hay universidades que están invitando a directores que están al tanto de lo que pasa en el mundo y saben muy bien lo que se puede hacer en Chile. Lo que me parece un aporte para las nuevas generaciones y a este cambio que también se está vislumbrando.

–¿Cuándo lanzan la tienda?

–La tienda se inauguró el agosto del 2008. Con mi socio, Christian Erdmann, soñamos con la idea durante seis años, y desde que nos decidimos a abrir, trabajamos un año, sobre todo en la parte producción, ya que CómodoTienda de Diseño, además de ser un espacio comercial, es una editora de diseño, donde producimos muebles de más de 30 diseñadores nacionales y por el momento uno internacional: Txabi Zabala de España.

–¿Metas?

–Para el 2010, abrir 4 puntos de ventas (corners), hoy en día tenemos 2. Pero lo más importante es consolidar a Cómodo como un punto cultural en torno del diseño, para lo cual estamos haciendo una revista de diseño y acabamos de traer a Chile libros de Alemania, España y de Argentina. Otro punto es hacer de la tienda, un punto de diseño sudamericano, un lugar donde tengamos los mejores diseñadores del Cono Sur. Hoy contamos con 16 marcas argentinas, entre las que se destacan: Tónico, Diseñaveral, Tramando, Mercer + Quintero, entre otras.

–¿Qué diseñadores y proyectos chilenos te parecen más destacables?

–En el buen trabajo de materiales, Nicolás Hernández, del estudio Pro2. Es genial, tiene una lámpara que es un éxito de ventas y el producto está terminado en su totalidad (marca, packaging, con suministros de calidad). En diseño sustentable, el trabajo de Ricardo Vargas (Onceneto) me parece de primer nivel. En un diseño más emocional, el trabajo de Rodrigo Alonso y Monito Diseño está a la altura de cualquier marca internacional, son objetos con carácter y memoria. De la nueva generación, área de la cual nos consideramos buscatalentos, el trabajo de Pablo Valle, Simón Gallardo, Juan Gili y Duotipo, va muy bien encaminado.

–¿Dónde creés que tienen más posibilidades, en qué procesos, materiales?

–Hoy en día la nueva generación de diseñadores trabaja de manera industrial, sin tener industria, haciendo que sus diseños se planteen en ambas etapas. Somos un país sin nada más que emprendedores, que nacemos de los fracasos hechos por malos diseñadores que rompieron la confianza durante las últimas décadas. Hoy, el diseñador chileno debe hacer de circo pobre, es decir, trabajar con los materiales que tenemos a la mano y también diseñar, producir, embalar, vender y hacer incluso el marketing. Eso sí, destaco que esto nos da más creatividad y libertad. Creo que no es muy diferente de nuestros pares argentinos.

–Algunos ejemplos...

–Partiendo por casa, mis diseños nacen de lo que podemos hacer en la baja industria nacional. Trabajo con materiales a la mano (acero, MDF, vidrio, mármol) y los manejo de forma que la industria no me limite. Ahora el ejemplo de Nicolás Hernández es de los más elaborados, al punto que la lámpara Open va en su tercera generación, con materiales óptimos y cada vez hace que tenga un mejor y un mejor precio de venta. Nicolás vende como lo hace cualquiera editora extranjera y está replicando lo mismo con sus nuevos productos como el portabotella Multígono.

–Igual en los últimos años se nota un cambio, un mayor movimiento, cierta efervescencia en Santiago...

–Sí, los nuevos, que tenemos entre 25 a 35 años, estamos en la otra vereda, no dependemos de ningún gran estudio de diseño ni de grandes empresarios. En esto, Cómodo ha hecho un gran trabajo ya que antes de la tienda, nadie creía en el diseño nacional y nadie quería tener nuestros productos en sus espacios comerciales. Hoy, luego de casi 15 meses, se han abierto nuevas tienda que tienen como política tener diseño nacional, a tal punto que tiendas de diseño importado antes decían que el diseño nacional era basura y hoy compran y ponen es sus vitrinas nuestras creaciones. Eso sí, lo hacen bastante mal, ya que no tienen una dirección creativa que destaque o dignifique el producto.

–¿Le encargaron el diseño de la bolsa a un argentino residente en Suiza, Alfredo Haberli?

–Nos dimos cuenta de que en el proceso de compra, nuestros clientes se llevaban los productos de la tienda sin una identidad de diseño a la vista. Como queremos que todo sea diseño, nos enfocamos en que las bolsas tuvieran carácter y nos conseguimos, increíblemente, que las proyectara Alfredo Haberli, diseñador nacido en Argentina, con carrera en Europa. Debo destacar que junto a Jasper Morrison y Jaime Hayón, Alfredo es mi diseñador favorito, y para nuestra suerte lo conocí este año en la Feria de Milán, y como soy un chileno sin vergüenza, junto a mi socio, le pedimos el diseño de las bolsas, lo cual aceptó muy feliz. Eso sí, lamentablemente debo decir que muy pocos de nuestros clientes saben lo top que es.

–¿Qué tiene Cómodo que no tengan otras tiendas?

–Una dirección separada de manera transversal. Primero una empresa de inversiones que nos administra y asesora. Segundo, un director creativo que soy yo, donde mi trabajo es hacer que todo lo que entra a la tienda está pensado y donde el cuidado del interiorismo pasa por mi visión. Pero la gran diferencia la hace mi amigo y director general Christian, que hace que toda nuestra producción pase por un filtro comercial y productivo, logrando que los diseñadores invitados confíen plenamente en este proyecto y sus diseños tengan presencia comercial y excelente factura.

www.comodo.cl

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