Viernes, sábado y domingo, esta ciudad tuvo otra vez a un hombre realmente ingenioso de visita. Es Craig Robins, que a falta de mejor palabra debe ser presentado como un desarrollador inmobiliario. Ojalá los desarrolladores inmobiliarios fueran como él, en particular en esta Buenos Aires... Es que Robins, que hace base en Miami, tiene una visión de lo urbano ligada al arte, a la creación, al diseño, la moda y el estilo. Lo que hizo este hombre juvenil fue aunar sus operaciones inmobiliarias –construcción a nuevo, reciclado, restauraciones– con todo un andamiaje de ideas urbanas que le crearon un valor agregado enorme. Dacra, la empresa de Robins, inventó el concepto del Miami Design District y generó toda una movida inmensamente positiva para la ciudad y para él.

Cuando uno se acostumbra a la chatura de lo que pasa por desarrollo por aquí –“una nueva forma de vida”, “ammenities”, “juvenil”–, Robins resulta un choque electrizante. Para empezar es una persona sumamente concreta al explicarse, claridad de ideas que se traduce en una visión muy afilada del negocio. El Design District es, materialmente, un lugar edificado, pero lo que lo hace valioso y rentable es el concepto que impuso. Hoy es el centro de la movida creativa de esa ciudad, lo que significa que es la cabeza en eso del inmenso mercado que hace bisagra entre EE.UU. y América latina, con eje en Miami. Robins hasta logró instalar como costumbre que Art Basel, la mayor feria de arte moderno de Europa, tenga sede también en Florida.

El Design District ya es un destino de moda, compras, diseño y creatividad tanto para el turista como para el profesional, un valor agregado que parece escapar a tantos desarrolladores, que tienen que buscar “sinergia” en el diccionario. Las ideas parecen dispararse en catarata y un ejemplo notable es un nuevo formato comercial que Robins está lanzando con su asociada Susan Ainsworth: las Limited Edition Experiences. En medio de la aguda recesión que sufre Estados Unidos, la idea fue utilizar espacios comerciales ya existentes para crear “Experiencias de Edición Limitada” por períodos cortos. Así, y con fecha de vencimiento, se instalan tiendas de grandes marcas de muy alto prestigio y caracterizadas por su diseño. Como la experiencia es por un período contable en semanas, las marcas –que no necesariamente son grandes empresas ni pueden tomar el riesgo de abrir un local propio en otro país– pueden exhibir y vender una edición limitada de sus colecciones. Se genera expectativa, se diluye el riesgo, se utilizan espacios disponibles.

Esto funciona porque las Limited Edition Experiences se hacen en el contexto del Design District, ya instalado como un atractor del tamaño de un barrio entero. La zona es sede de empresas creativas, de retail de primer nivel y de viviendas, un mix que le da vida. Las vidrieras y los directorios de los edificios comerciales son un quién es quién de nombres del diseño, la moda y las ideas. Como para que haya movimiento, todo el tiempo hay ferias y eventos comerciales impermanentes. Con estos éxitos, las empresas aprendieron a confiar en Dacra y ya hay más de treinta firmas anotadas para las Limited Edition Experiences.

No extraña que Robins dirija una de las pocas empresas que no fue golpeada por la crisis. Dacra había terminado de vender sus últimas residencias antes del crac bancario y sus metros de desarrollo comercial no dependen de ninguna burbuja. Por supuesto que la recesión se hace sentir, pero como Miami es una ciudad internacional, el turismo y el viajero empresarial sostienen la actividad económica. Además, Dacra trabaja con ideas tan potentes que ni siquiera hoy tiene problemas en encontrar inversores para proyectos de desarrollo: “El problema es elegir ideas, no financiarlas. Y elegir las marcas”.

Buenos Aires es una ciudad que le encanta a Robins, que habla buen castellano y disfruta de lo porteño. Guillermo Kuitca y Jessica Trosman son nombres/marcas que ya están incluidas en sus proyectos inmediatos.