Otra pérdida en Belgrano
Cada vez parece más un sueño, pero Belgrano fue alguna vez un barrio hermoso, de baja densidad de población, caracterizado por espléndidas residencias y quintas suburbanas. No hace falta ser un anciano para recordar sectores del barrio que permitían creerse lo que alguna vez fue Belgrano. Pero pronto será imposible: ante la indiferencia general, la piqueta sigue avanzando y esta vez se cargó la sede del Chester College. El edificio era un precioso quintón italianizante, con una coqueta torre mirador, amplios ventanales pedimentados en el piano nobile y hasta un nivel de servicios en semisubsuelo. Sentada en un terreno amplio en Once de Septiembre y Virrey del Pino, la quinta enamoraba por sus detalles decorativos muy cuidados y muy típicos de la primera gran marea europeizante de finales del siglo XIX, justo antes de que todo se hiciera francés.
El interior, antaño decorado con frescos y marqueterías, ya estaba bastante y malamente alterado, y algunos cerramientos habían sido deformados para satisfacer esa compulsión drogona de tener ventanas horizontales. Cosas que pasan por la total falta de legislación que proteja el patrimonio.
Esta semana, la quinta desapareció. El jueves, una grúa alzó el cupulín del mirador y se lo llevó, con destino a ser baratija de anticuario. Pronto no quedarán ni rastros y seguramente se alzará otra torre de las que oscurecen el barrio. Cambiamos un edificio singular e irremplazable por otra vulgar pieza de propiedad horizontal, hormigón y balconcito.