Una ley protectora, un reclamo legal, un comunicado lúcido.
› Por Sergio Kiernan
Es notable la falta que le hace al patrimonio la presencia de Teresa de Anchorena en la Legislatura porteña. Hasta diciembre, cuando terminó su mandato, la creadora de la comisión del tema había pasado 104 leyes patrimoniales de todo tipo. Quedaron tantas pendientes, con primera lectura, que el cuerpo sigue votando proyectos iniciados por Anchorena, que así disfruta de una sobrevida muy rara en el político argentino. Hace diez días, la Legislatura aprobó una ley de particular importancia, que le hace justicia a La Boca y cancela una aberración espectacular que iba a destrozar el barrio.
Resulta que ahí había quedado en los libros una vieja ordenanza militar que disponía el ensanche de la avenida Pedro de Mendoza entre Necochea e Irala, lo que significaría destruir decenas de edificios patrimoniales y transformar el barrio en una autopista de camiones. La ley de Anchorena deja sin efecto el ensanche, elimina el tramo del Listado de Arterias Integrantes de la Red de Tránsito Pesado y cataloga 17 edificios de primera importancia. Sólo sobre Pedro de Mendoza quedan protegidos la Barraca Merlo, el ex lactario, el Teatro de la Ribera, la escuela-museo, la escuela de artes gráficas, el hospital de odontología infantil Quinquela Martín y la casa Martín rodríguez, además de varias viviendas y conjuntos de viviendas.
Con lo que La Boca queda un poco mejor cuidada.
Los vecinos del barrio Manuel Dorrego, también conocido como Los Perales, tienen una causa penal abierta contra Mauricio Macri, por incumplir la ley que ordena poner en valor de sus edificios y entorno. Como se informó el sábado pasado en m2, la Legislatura votó en 2008 una ley impulsada por el diputado porteño Martín Hourest para solucionar los problemas de esta zona de Mataderos. El conjunto se estira sobre la avenida Eva Perón –ella misma inauguró el barrio hace 60 años– y rodea la cancha de Nueva Chicago, terminando en la Ciudad Oculta. Las obras iban desde un cerco perimetral a una renovación de calles internas, veredas públicas y privadas, trabajos de cimientos, instalación de bombas, una solución al problema de napas que inunda sótanos y quiebra cimientos, y un trabajo con los vecinos para renovar fachadas. Lo único que se hizo fue instalar unos juegos y hacer unos boquetes para estudiar alguno que otro cimiento.
Por eso, los vecinos autoconvocados del barrio se presentaron a la Justicia representados por Juan Manuel Lugones, pleiteando al jefe de Gobierno y lograron que la Justicia en lo Contencioso Administrativo diera un plazo perentorio de tres semanas al gobierno porteño para que arranque las obras. Lo más notable, como informó Página/12 el domingo pasado, es que la Ciudad tiene dinero para éstas y muchas otras obras: lo que no tiene es la capacidad técnica de ejecutar sus propios presupuestos. Ni siquiera es un caso de indiferencia política, ya que el PRO ganó en Mataderos, sino de simple incompetencia.
Ya se realizó la reunión preparatoria de otro encuentro de Imagina Buenos Aires, esta vez en el barrio de Recoleta. Los originales encuentros buscan crear un ámbito de encuentro de vecinos y hasta encontraron una manera de que realmente hablen y se conozcan, con facilitadores y todo. Si esto suena New Age, hay que verlo funcionar para creerlo, con los vecinos más coruscados o tímidos saliendo al final del encuentro con nuevos amigos y contactos. El diputado porteño Sergio Abrevaya capitaneó la reunión previa y fue recogiendo inquietudes del barrio –seguridad, limpieza, las locuras macristas en el parque Las Heras, el patrimonio– preparando el Imagina que se realiza entre octubre y noviembre. Más informes y contactos en www.imaginabueno saires.org.
Nuestra columnista de diseño Luján Cambariere es la exacta mitad de esa herramienta de difusión de ideas que se llama Satorilab, que recorre nuestro país y varios otros mostrando técnicas y conceptos. Esta vez, los Satori fueron invitados nada menos que a la bienal brasileña de diseño en Curitiba, que acaba de arrancar y cierra a fines de octubre. El tema de este año es la sustentabilidad, la especialidad del dúo, que abrió la bienal.
Salvar a Floresta envió un comunicado de solidaridad con las víctimas del derrumbe en Palermo en el que hace un breve y certero análisis de lo que pasó en Beara. Según la ONG, “la tragedia se podría haber evitado si el gobierno hubiera hecho cumplir la ley como corresponde”, lo que contradice perfectamente la primera reacción oficial, que fue decir que todo estaba habilitado legalmente. Los de Floresta siguen diciendo que esta tragedia “no fue un tsunami”, sino la consecuencia de actos concretos de “mala política, complicidad con la corrupción e irresponsabilidad”. Más informes en www.salvarafloresta.blogspot.com.
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