Como cada año, desde hace diez, el Salón Diario La Capital de diseño de objetos contemporáneos organizado por Fundación La Capital y Castagnino+Macro abrió sus puertas promediando el invierno. ¿Los protagonistas? Diseñadores de todo el país que cada vez más aplican a uno de los pocos (vale decirlo) concursos de diseño que hay en danza a nivel nacional. Así, el viernes pasado, en un gran evento inaugural por el especial aniversario, se dieron a conocer los ganadores de la edición 2011.

El jurado compuesto por Mauro Guzmán, Dolores Navarro Ocampo (creadora de Puro Diseño), Marcela Romer (directora del Museo Castagnino+macro), Fernando Farina (director del Fondo Nacional de las Artes), Anabella Rondina (Centro Metropolitano de Diseño), Gerardo Glusman (Talleres Chicago e Interio) y Arturo Grimaldi (ex Malba), cuentan, tuvo que seleccionar entre más de doscientos proyectos de todo el país.

Y los ganadores son...

Una vez más se alzó, en este caso con el premio de su categoría y con el gran Primer Premio Adquisición del salón, la diseñadora Romina Lampert con su luminaria Erre/Trude. Residente en Rosario hace algunos años, formada en diseño gráfico en la UBA, diseño industrial en la Betzalel Academy of Art and Design de Israel y Bellas Artes en la UNR, Lampert es reconocida por un proyecto basado en el empleo de cierres (metros y metros de ellos) con los que diseña desde indumentaria hasta todo tipo de objetos.

El desafío que se propone a través de su firma Erre es resolver las prendas con un monomaterial, indagando en sus posibilidades y descontextualizándolo. Parte de la bi-dimensión de los materiales para saltar a la tridimensión de las formas y su funcionalidad. “Experimentar con los deslizadores, dientes, anchos variables y colores, son parte importante de mi búsqueda creativa. Cuando concibo una prenda trato de abstraerme para proponer algo distinto, pensarlas como si no hubiesen existido antes”, detalla. Y continúa: “Erre nace como un innovador proyecto de diseño de objetos contemporáneos que se propone resignificar el uso tradicional del cierre y transformarlo en un componente esencial del diseño, cuestionando así los conceptos establecidos acerca de funcionalidad, morfología y textura”. Así, de los accesorios (bolsos, cartucheras, monederos, carteras), hizo un salto esta vez a las luminarias.

Mientras que en la categoría Accesorios y Joyería Contemporánea el premio fue para Tamara Lisenberg, por su producto Proyecto Bambú. Graduada en Diseño Industrial por la Universidad de Buenos Aires y con vasta experiencia en el campo de la joyería contemporánea, esta vez optó por un material poco convencional para la realización de sus piezas y obtuvo su merecido reconocimiento.

En producto de escritorio se alzó con el galardón Sebastián Aulicio, por su alcancía de cerámica Gochu. Y Lúdico/Infantil fue para otra rosarina anteriormente premiada, Gabriela Di Franco, por su producto Gallina Rodante, un muñeco de tela extra-large que aparentemente ya esta rodando por las calles rosarinas.

Por último, la categoría Experimental fue para Mauro y Lisandro Arévalo por su sillón Cómodo, realizado con changuitos de supermercado.

Así, los 29 proyectos seleccionados de los que resultaron estos ganadores estarán exhibidos en el Museo Juan B. Castagnino hasta el 31 de agosto. Paralelamente, se podrán visitar tres muestras complementarias: la Bienal Iberoamericana de Diseño, con obras de 22 países; Artistas e Industrias, un proyecto que pertenece al Castagnino+Macro, donde Mónica Van Asperen fue la seleccionada para realizar la residencia durante 2011 en la Cristalería San Carlos, y por último los objetos resultantes del taller por transferencia de diseño de objetos en papel que se realizó en el Centro Cultural El Obrador, de la ciudad.