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En el barrio de Colegiales un grupo de arquitectos organizó una intervención urbano-artística con motivaciones ecológicas y solidarias. Horacio Sardín, Bárbara Berson, Roberto Frangella, Coco Rasdolsky y Lucho Dimaio formaron parte de la movida, que reunió a un grupo ampliado de cuarenta participantes entre el grupo de croquiseros, diseñadores gráficos, artistas plásticos y arquitectos.

Se pintaron cuarenta tachos metálicos de 200 litros para ser instalados en las esquinas de Maure de Alvarez Thomas a Cramer, y de Martínez de Federico Lacroze a Dorrego, formando una cruz en el tejido de la ciudad.

Los tachos son para que los vecinos comiencen a separar la basura reciclable, con el objeto de facilitar las condiciones de trabajo de los cartoneros. Estos ya no tendrán que buscar los materiales reutilizables en la basura sino simplemente retirarlos de estos tachos intervenidos. La propuesta además busca concientizar a los vecinos de la necesidad de involucrarse solidariamente con la actual situación de los que diariamente caminan por las calles buscando cartón, papel y botellas.

Según Bárbara Berson, los participantes comenzaron a poner color y alegría al barrio, contagiando ese espíritu al resto de los vecinos que se acercaban curiosos para ver qué sucedía. Berson es una joven arquitecta que coordinó el evento, absolutamente autónomo y autoconvocado.

Terminada la tarea, los participantes se reunieron en el punto de encuentro para celebrar con un brindis y música en vivo del ensamble Aire Liquido. Artistas y vecinos tuvieron una jornada en las calles saliendo del encierro cotidiano, respirando el aire que la ciudad nos ofrece como espacio de todos y para todos. A futuro se espera repetir esta acción en más barrios porteños para llevar arte y conciencia solidaria a toda la ciudad.