Sábado, 12 de abril de 2003 | Hoy
CON NOMBRE PROPIO
Joven pero experimentada en imagen corporativa y diseño, Brenda Rodríguez les cambia la cara a las áreas de trabajo con un material supuestamente frío, el metal.
En ella se da una ecuación
clave para el diseño a gran escala. Además de una gran sensibilidad
estudió diseño de interiores, escenografía en el
estudio de Gastón Breyere, iluminación teatral con José
María Cornide, y pinta desde muy chica, Brenda Rodríguez
tiene un amplio conocimiento del trabajo en serie. Hija menor de una familia
especializada en la producción e instalación de imagen corporativa
para grandes empresas, desde muy joven participa de las actividades de la fábrica.
Inquieta y emprendedora, no pasó mucho tiempo hasta que propuso a sus
parientes sumar la división de diseño encarando trabajos para
distintas firmas pasando por bancos a empresas de telecomunicaciones.
Su último paso, la línea Cube de objetos para la oficina y el
hogar, llega azarosamente. Se afianza fuertemente en la última muestra
Puro Diseño (ahora también se vende en la tienda) y se fue imponiendo
en el mercado como un referente en lo que a accesorios para oficina se trata.
Accesorios hi-tech
La verdad,
en el nacimiento de Cube se conjugaron un montón de factores, relata
Rodríguez. Acabábamos de comprar una máquina punzonadora
que procesa chapa por control numérico de una forma espectacular. Teníamos
la intención de producir una línea que pudiéramos exportar
y teníamos un contacto en Brasil especializado en cadenas de librerías.
En líneas generales, allá hay mucha producción pero les
falta diseño. Así fue como empecé a ensayar de forma totalmente
espontánea con el diseño y la producción de cajas de distintas
dimensiones para usos múltiples (guardar papeles, libros, fotos y CDs
entre otros).
Partiendo de un concepto simple, fue surgiendo una línea de objetos
útiles y estéticos que funcionan en conjunto, son combinables
entre sí, y sobre todo distintos a los que venía ofreciendo el
mercado, explica Rodríguez. La línea, conformada por piezas
en chapa en dos colores (grafito y aluminio), abarca cuatro motivos zencu,
romantic, canica y lunar y se destaca por su estética y practicidad.
La verdad, el mercado estaba lleno de accesorios en alto impacto moldeado
o acrílico pero poco con una estética más design,
cuenta. Hoy, Cube suma portahojas, lapiceros, cestos, sets de escritorio y un
sinfín de accesorios que permiten planificar (calendarios, cuadros con
imanes, pizarras de escritorio). Además de una línea de bazar
objetos para la mesa de línea muy moderna y simple (platos de sitio,
posavasos, bandejas, candelabros, portaservilletas y bodegas) y otra para el
hogar con portarretratos, portacds, revisteros y paragüeros.
En cada una trato de aunar estética con funcionalidad. Así,
por ejemplo, los calendarios de pared intentan reemplazar al viejo corcho, y
los sets de escritorio formados por piezas magnetizadas ofician cual tablero
de ajedrez de una superficie ideal para ir intercambiando piezas de acuerdo
con la necesidad, detalla.
La chapa es considerada por muchos como algo frío. Mediante el
proceso de punzoneado y los colores texturados se convierte en un gran aliado
a la hora de crear ambientes modernos y cálidos, remata esta diseñadora
que no deja de trabajar en nuevos prototipos e ideas de diseño que próximamente
abarcarán líneas de muebles. n
* Línea Cube de Diseño B: En venta en Puro Diseño, terrazas del Buenos Aires Design, www.bdesign.com.ar, [email protected].
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