Este martes el salón Montevideo de la Legislatura porteña fue escenario del encuentro Buenos Aires en Emergencia que, muy interesante, tomó la ciudad como Area Metropolitana, más allá de jurisdicciones particulares. Estuvieron Silvana Fica Canziani, de los vecinos de Irala y Adyacencias, Emilio Grass, de los Vecinos Autoconvocados por la Reserva, Miguel Angel Peñaloza, de los Autoconvocados del Sur, Enrique Viale, de los Abogados Ambientalistas, el capitán fluvial Oscar Verón, Carlos Loza, de ATE puerto Buenos Aires, Gustavo Belucci, Sergio Gagliano, Pedro Kesselman, Edgardo Estrin y representantes de los barrios 31/31 bis y Rodrigo Bueno.

El temario le hizo justicia a la convocatoria y abarcó desde el debate sobre el uso de tierras públicas en el Area Urbana, hasta los problemas de vivienda, la isla Demarchi, las villas, el dragado y balizamiento del puerto y el uso de la reserva. Dos temas se destacaron: uno, el de la falta de uso de cientos de edificios de propiedad de la Ciudad que podrían reciclarse como vivienda social u oficinas públicas, y otro casi misterioso, el del camino de sirga. Este último vino del abogado Verón, que explicó que este tipo de camino es una vía obligatoria de 35 metros de ancho a ambas márgenes de todo río o canal navegable. Esta obligación está en el código civil, que va a reformarse ahora, y sobre ella existe un peligroso proyecto de reducirlo a la mitad o eliminarlo.

Pero la sirga sirve para controlar costas como la del Riachuelo y reducir las avivadas empresarias de contaminar, y para detener a los que quieren estar justo en la orilla de las costaneras porteñas, sin pagar canon.