Sábado, 4 de mayo de 2013 | Hoy
“Magno, un pequeño gran proyecto”, del diseñador indonesio Singgih Susilo Kartono, reúne en la Galería Praxis sus obras y las de artistas argentinos en la IV edición de Arte y Sustentabilidad.
Por Luján Cambariere
Desde Indonesia, de la ciudad para nosotros remota de Temanggung, Java Central, llegan unas bellísimas piezas en madera con una historia muy particular. Relojes, radios y sets de escritorios diseñados y concebidos con una mirada muy especial hacia el mundo que habitamos. Las trajo a la Galería Praxis con curaduría de Facundo de Falco, que quedó maravillado por la historia de las piezas y su impecable factura. “Magno es el proyecto creado por el diseñador indonesio Singgih Susilo Kartono, junto a un equipo de 30 jóvenes artesanos. Su implementación colabora con el desarrollo de su comunidad de Indonesia, capacitando a los lugareños y reforestando a partir de un programa de regeneración ambiental. Magno, según nos explicó su autor, intenta magnificar la mirada. Del mismo modo en que una lente focaliza sobre el detalle, sus productos encuentran la simpleza y la belleza en esos pequeños gestos, con los que marcan grandes diferencias”, adelanta De Falco, quien trabajó junto a Gabriela Rey. En el marco de la actividad, seis artistas argentinos exhiben sus trabajos.
Según cuenta Kartono, estudiando diseño lejos de su ciudad natal pudo observar los bruscos cambios que experimentaba con el paso del tiempo y por un supuesto desarrollo y progreso. Cambios que estaban provocando un deterioro paulatino en la geografía y sus habitantes. La agricultura tradicional, columna vertebral de la economía de los aldeanos fue modificada por el gobierno de la región a través del uso de fertilizantes, la importación de semillas transgénicas y planes de préstamos para agricultores, destruyendo los antiguos métodos de cultivo e instalando otros incompatibles con el crecimiento sostenible del lugar. La falta de conocimientos e ideas impidió a los agricultores encontrar soluciones adecuadas a estos problemas. Después de haber perdido sus fincas, muchos se vieron obligados a buscar trabajo en la ciudad o a quedarse en el pueblo con sólo el mínimo indispensable para sobrevivir, buscando nuevas fuentes de ingresos, entre ellas la explotación no sostenible de los bosques y la naturaleza, según cuenta.
Frente a este escenario, Kartono utilizó su herramienta, el diseño, para pensar una alternativa económica alineada con la naturaleza que a su vez pudiera brindar un aporte positivo. Fue así como decidió volver a sus pagos y alinearse al binomio diseño y artesanía. Mano de obra intensiva, tecnología e inversión mínimas, materias primas locales y abundantes y potencial para exportación, como puntos a favor. Más la intención de recuperar el valor por los materiales y el alma de los objetos.
“Fue Surya Pernawa, un escultor, observador y practicante de arte que abrió mi punto de vista hacia estas posibilidades que da el sector de la artesanía de Indonesia. El era el mentor de mi proyecto de final de año de universidad. Su idea sobre ‘una nueva artesanía’ me han impulsado a aprender acerca de los problemas de la vida del pueblo. En principio, esta nueva artesanía es una actividad de fabricación que utiliza la artesanía tradicional como fuente principal de método de producción utilizando técnicas modernas de gestión en el manejo de las actividades. Está diseñada para anticipar los cinco criterios de un mercado de exportación –las QQTPC (Quantity, Quality, Time, Price and Continuity)–. El sistema fundamental es asegurar que cada paso del proceso de producción contenga los procedimientos estándar de fabricación y de calidad, así como las normas de producción y uso del material. Cada nuevo producto o diseño es analizado por primera vez con el propósito de crear un manual de producción”, detalla. Y continúa: “Este enfoque tiene muchos beneficios. Con estos planteamientos, se puede establecer un centro de artesanía de fabricación en aldeas/comunidades que no tienen antecedentes de producción artesanal. Y así convertirse en la nueva fuente alternativa de ingresos que pueden acomodar a un excedente de mano de obra de una agricultura en declive”, agrega.
Así, la lógica del trabajo se funda en una doble intención: capacitar a los aldeanos en una actividad alternativa de producción, que al mismo tiempo contribuya a la preservación y mejora del entorno geográfico.
Cada árbol utilizado en la fabricación de estas piezas es reemplazado por otro. Magno –detallan– utiliza alrededor de 80 árboles por año y una porción de su tierra como vivero, además de entregar desde 2008 alrededor de 10 mil plantines anuales a la gente de los pueblos cercanos.
Actualmente, la empresa cuenta con 40 empleados que producen una serie de pequeños objetos funcionales, realizados enteramente a mano, con el foco puesto en la simpleza de las líneas y en la belleza de sus detalles.
Sets de escritorio, relojes, lupas, metros, soportes para i-pods y una línea de radios en cuatro modelos diferentes premiadas con el sello japonés de Good Design que pueden adquirirse en distintas tiendas de diseño alrededor del mundo. Todos los productos diseñados por Magno combinan materiales naturales como madera de pino, caoba o palo Rosa de la India.
“Nací y crecí con una relación íntima con la naturaleza, especialmente el bosque. Como resultado de ello, estoy familiarizado con los diferentes tipos de madera. Cuando era niño hacía algunos de mis juguetes con maderas que reuní en un bosque cercano. También me gustaba mucho ver las actividades de los carpinteros. Para mí, la madera es un material perfecto sobre todo si se compara con materiales sintéticos. Es perfecta porque es imperfecta. En la madera encontramos fortaleza y debilidad pero también ventajas y desventajas como rugosidad y suavidad. Es dura y sólida y 100 por ciento ecológica, ya que siendo biodegradable no deja sustancias peligrosas en la tierra. Este material nos enseñará el significado del límite. La madera es un tipo de material, donde la belleza viene de la historia. El crecimiento de la madera es un proceso asombroso y se almacena en sus líneas de edad. Su tecnología es sofisticada, es notable cómo una pequeña semilla puede ser más compleja en comparación con las máquinas que jamás ha hecho el hombre. La madera registra buenos y malos tiempos y su textura y su grano son su historia de vida. Es más cercana, es parte de nosotros. Proviene de un árbol, una criatura de la naturaleza que sólo hace las cosas correctas. El uso de materiales naturales en nuestros productos tiene como propósito fomentar en el usuario una conexión profunda con su producto. Este es un esfuerzo por minimizar el ‘usar y tirar’ de nuestra sociedad. Sustentabilidad para mí no es sólo vivir sin dañar el medio ambiente, sino además accionar y hacer algo para mejorarlo”, remata Kartono.
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