Hace un tiempo que estaba funcionando de hecho y participando en buenas causas como el amparo por la casa de Evaristo Carriego. Pero ayer al final de la tarde y en la Manzana de las Luces se presentó formalmente en sociedad el Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas que anima Mónica Capano. Quienes siguen el tema y participan en la pelea por conservar lo nuestro frenando la piqueta saben el rol activo de Capano. Por ejemplo, ella fue la que transformó el sello de goma que era la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural porteña en algo activo y molesto para ciertos intereses. Para sacársela de encima y devolver la calma chicha al CAAP, hizo falta el toque insutil de Cristian Ritondo y un golpe legislativo.

El nuevo marco del Observatorio permite seguir poniendo ideas en acción. Capano define que “el tratamiento de la cuestión patrimonial debe ser abordado sin dejar de lado la ideología, porque las prácticas y representaciones vinculadas con nuestra historia, que conforman el acervo patrimonial, son ideológicas. Esta construcción permanente y dinámica de lo patrimonial debe exhibir la diversidad, que es riqueza cultural”.

En la inauguración del espacio se sentaron junto a Capano Juan Cabandié, Daniel Filmus, Coco Blaustein y Daniel Sorín. Y abundaron los legisladores porteños, diputados nacionales, miembros de consejos consultivos de comunas, de Carta Abierta, de la Fábrica Porteña y de varias asociaciones vecinales de la ciudad.

Este eco muestra la “carrera” de Capano en la temática urbana y su trabajo en frenar la destrucción de lo nuestro y los negocios a costa de los vecinos.