Las calles de Bahía
Por Matías Gigli
El centro de Bahía Blanca está a punto de ser recreado para sacarlo de su degradación urbana y ambiental. El trabajo tomará seis manzanas céntricas para generar un paseo de circunvalación que vincule por las calles O’Higgins y Donado, el mercado municipal con el teatro local. El trayecto pasa por la peatonal Drago, la municipalidad y una futura calle peatonal, y abarca tres plazas.
Los arquitectos Marta Aguilar, Roberto Amette, Roberto Busnelli, Marcelo Parmet y Juana Lejarraga son los autores de la propuesta ganadora para esta intervención urbana del microcentro de Bahía Blanca. El concurso fue convocado para resolver problemas de degradación ambiental y funcionales, y para materializar un programa de fortalecimiento al comercio minorista. El concurso fue organizado por el distrito 10 del Colegio de Arquitectos bonaerense y el comitente fue la Corporación del Comercio, la Industria y Servicios de la ciudad.
La idea es recuperar los atributos positivos de la típica calle-corredor de las áreas centrales, muy degradada por el mal uso de los espacios públicos y la aparición de usos no permitidos a lo largo de los años. Además de los problemas de la convivencia entre el tránsito y los peatones. El equipo ganador enfrenta ahora la tarea de trabajar en temas tan diversos como interesantes: generar una normativa para el área, diseñar y emplazar nuevos equipamientos y mobiliarios urbanos, coordinar las obras de infraestructura que serán necesarias y trabajar en las aceras y calzadas.
El recorrido por el microcentro que crearon los arquitectos prevé desarrollar cuatro plazoletas a la manera de hitos del camino en medio de la avenida O’Higgins y su continuación Alsina. Allí se plantarán aromos, jacarandaes, tilos y palos borrachos, árboles que le darán su nombre a cada espacio y generarán un nuevo microclima en el corazón de la ciudad.
A su vez, se refuerza el rol urbano de las plazas ya existentes entre Alem y Saavedra, las Lavalle, Rivadavia y Del Teatro. El proyecto dota a este conjunto de los componentes constructivos y de equipamientos necesarios buscando minimizar la inversión pública inicial y promoviendo las iniciativas públicas y privadas futuras.
En esta misma línea, la idea es lograr la identidad del conjunto fundamentalmente a través de su ordenación espacial, minimizando las normativas coercitivas que impidan la singularización de los comercios.
Buscando la máxima equidad en la distribución de las nuevas dotaciones de espacio y equipamiento público a lo largo del área de intervención.